21 marzo 2007

Ikea y la habitacion mausoleo
   publicado por Fry

El otro día Freddd nos hablaba del aparato más absurdo de la casa, el bidé, cuya preocupación de MilVidas por la limpieza de su orto sin tan preciado aparato hizo que sintiera ciertos espasmos en mi aparato digestivo. Eso demuestra que todavía hay mucha gente con cierta mentalidad antigua, y me explicaree.

Solamente hay dos cosas en la casa más inútiles que el bidé. Una es la cubertería de plata y la otra las sábanas y mantelería de hilo. Todo el mundo las ha tenido, aunque no son pocos los que lo desconocen, ya que ambos ajuares quedan enterrados per secula en último rincón de la casa hasta que se produzca el día del juicio final.

La inutilidad de la cubertería y la mantelería es más que evidente. Ni jamás se utilizara para nada ni se permitirá de ninguna manera su venta. Por si fuera poco, en el momento menos pensado, te serán entregados, como si del Santo Grial se tratase esperando que en tu futura vida la trates con el cariño adecuado. Por supuesto, los diseños son tan barrocos y antediluvianos que serán escondidos en tu armario debido a su fealdad, y no lograrás entender por qué la familia trata de "vendértelo" con tanta ilusión.

Esa es la misma generación que inventó la mayor aberración de la naturaleza: la habitación mausoleo. Se caracteriza por ser una habitación llena de fotos de nietos y familiares, con motivos de porcelana horteras y sofás estampados. No tienes una clara conciencia de lo que hay dentro, ya que no se te permite entrar, de hecho te extraña que siempre se encuentre impecablemente limpia. El frío en ellas es manifiesto, teniendo en cuenta que la finalidad de su uso solamente se limita a las visitas (a pocas), y la calefacción no funciona de forma continua.

Afortunadamente nuestra generación evolucionó, y sin dejar de dar importancia al diseño se le exige practicidad. Ahora compramos en Ikea y no se nos ocurre pensar que hay "joyas" que jamás utilizaremos. Nos importan poco las visitas, y mucho menos impresionarles con cubiertos de plata. Las inversiones se nos van en tecnología, ordenadores, sofás, grandes televisiones, proyectores, y un largo etcétera de cosas que mejoran tu calidad de vida.

Eso sí, nunca faltarán aquellos que se dan una vuelta por su particular mausoleo para ver si está todo en orden, antes de ir al baño para limpiar su entrepierna con el cálido chorrito del bidé.

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