03 diciembre 2006

Por qué los hombres y las mujeres pegan de forma distinta
   publicado por Fry

¿O por qué los niños se pegan puñetazos y las niñas se muerden, se arañan y se estiran del pelo? En toda mi experiencia colegial, época en la que de vez en cuando se producen pequeñas peleas, siempre observé la forma distinta en la que, de forma instintiva, un niño y una niña cierran el puño para pegar.

Más allá de la conveniencia o no de pelearse (que diré de antemano que jamás me he peleado) puede que haya razones para pensar que, de alguna manera, los hombres están “preparados” geneticamente para atacar con los puños y esta característica no se da en el sexo femenino. Si buscas a cualquier hombre y le pides que se ponga en posición de pegar un puñetazo , casi con toda seguridad lo cerrará de la manera en que esperamos. Si acto seguido hacemos la prueba con una fémina observaremos que, en lugar de cerrar el puño adecuadamente, coloca la mano como si tuviera un crucifijo y lo estuviera empuñando frente a un malvado vampiro, es decir, con todos los dedos recogidos hacia la parte inferior y el pulgar apoyado en posición vertical asomando poderosamente hacia arriba. El hombre por defecto girará la mano unos 90 grados hacia el interior para impactar en horizontal. La mujer, en cambio, continuará la trayectoria sin girar la mano como obligando al vampiro a que se retire.

Quizás podríamos responder a la primera pregunta diciendo que las niñas estiran del pelo porque lo suelen tener más largo y más accesible, que arañan por tener las uñas más prominentes y que muerden porque saben que puede doler más que otras cosas, pero a veces la explicación más sencilla es la más correcta: las niñas muerden, arañan y estiran porque no saben pegar puñetazos.


O será que les da más miedo Drácula...

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