12 enero 2009

El gran error de la historia
   publicado por Fry

Como no tiene desperdicio, copio literalmente un artículo de Almudena Grandes aparecido recientemente en el País. Leedlo por favor, es lo mejor que he leído nunca.

Ejercicio de economía recreativa. Fácil, limpio, instructivo, para cualquier edad. No precisa más que una calculadora, un cuaderno, un lápiz y una goma. El experimento consta de tres fases, y la primera es una simple división, 775.000 millones entre 6.700 millones. Si la realiza, obtendrá como resultado 115, con una serie de decimales que despreciaremos para simplificar. ¿Y dónde está la gracia?, se preguntará usted. La gracia está en que el dividendo representa los 775.000 millones de dólares del plan de reactivación económica diseñado por Obama. El divisor somos los 6.700 millones de personas que existimos en este planeta. Y el resultado son los 115 millones de dólares que nos tocarían a cada uno si los repartiéramos entre todos. ¿Lo prefiere en euros?, 84 millones por barba.

¿Está usted diciendo "no puede ser", "no me lo creo", "es imposible"? Bien, pasemos a la segunda fase del experimento. Fuera calculadora. Divida usted a mano, con las benditas tablas de toda la vida. ¿Cambia el resultado? No, ¿verdad? Haga la prueba, 115 millones por 6.700 millones. Por más que borre y multiplique, obtendrá siempre 770.500 millones, porque antes hemos despreciado los decimales, y además, desde que empezó usted a leer, habrán nacido un montón de niños que nunca llegarán a cobrar lo que les toca. Ahora, si se atreve, sume al dividendo los 700.000 millones de dólares del plan de Bush, más las inyecciones europeas, etcétera.

Así llegamos a unas sombrías conclusiones. Si no hay dinero en el mundo para respaldar estas cuentas, malo. Si lo hay, peor. Y si ésta ha sido la evolución natural del capitalismo, ¿a qué intereses obedecen quienes pretenden refundarlo, para llevarnos a la ruina una y otra vez? Lo único que nos ha enseñado esta crisis es que nuestros políticos trabajan para los bancos. Nosotros somos apenas su excusa, o su mercancía.
Dedica un artículo completo a un cálculo, incluso invita a que hagamos los cálculos de dos maneras distintas. Todo su texto va orientado a explicar la sencillez de esa simple operación cuando comete el garrafal error de obtener un resultado 1.000.000 de veces mayor. Efectivamente la división son 116 $ por persona, y no 115 millones de dólares.

Lo más gordo es que a la tía no le parece chocante que Estados Unidos pudiera gastar esa cantidad por cada habitante. 

Si ya sabemos que hay gilipollas por todo el mundo, pero si te pagas por escribir...

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