26 marzo 2007

Caprichos de la lengua
   publicado por TioP

La lengua española, y en general cualquier idioma, tiene ciertas peculiaridades y curiosidades. Estudiando ingeniería informática las asignaturas de libre elección, obligatorias para obtener esos créditos imprescindibles para aprobar, han tenido algo que ver con este post que llega unos diez años tarde. Y si aun me remonto un poco más, diría que desde el propio instituto, en segundo del antiguo BUP. Y es que la asignatura de libre elección que seleccioné, fue lengua española, en donde, lejos de pensar que sería algo sencillo, uno acaba descubriendo muchas cosas que esconde el lenguaje escrito y hablado, pero pocas se recuerdan si no se persiguen…

Expresiones como el mar (bien) o la mar (bien), están más que dichas y exprimidas, otras como decir delante suya/o (mal) o delante de él (bien), también se han sacado a la palestra en muchas ocasiones. Otras como que el marcador se mantiene inalterable o inamovible, se oyen menos, pero si mi memoria no me falla, también está mal, pues no son propiedades para un marcador, estando más correcto atribuirlo al resultado… Luego nos encontramos con expresiones como testigos presenciales, ¿existe algún testigo que no lo sea?

La verdad es que me gustaría rescatar esos apuntes en los que te encontrabas de todo, desde el mal uso del género en las palabras, frases, expresiones según la región, véase leísmo, dequeísmo… Todo un mundo. Y tirando de recuerdo, fue en BUP donde descubrí otra de las palabras que nunca se me olvidaron, los palíndromos, pues su definición rápida dice que se trata de palabras o frases que se leen de igual modo en un sentido que en otro. Es fácil encontrarlas cuando se tratan de palabras cortitas, como oso, ele, eñe, ese… Si las buscamos más largas, nos encontramos con una de moda hoy en día, radar. También encontramos sacas, arenera… y como no, la más que conocida frase “Dábale arroz a la zorra el abad”.

Y por último, algo que también me enseñaron y que en absoluto recuerdo como se llamaba, eran aquellas palabras que tienen sentido y significado en su construcción silábica cuando son esdrújulas, llanas y agudas. Solo recuerdo el ejemplo que me dijeron, y muchas veces me he parado a pensar más, pero nada, al menos hoy. El ejemplo, para que entendáis lo que quiero decir era MEDICO, pues tiene sentido como Médico (el doctor de toda la vida), como medico (primera persona del presente del verbo medicar) y también como medicó (del mismo verbo pero ahora en pasado). ¿Se os ocurren más?

La lengua, el lenguaje, la gramática… da para mucho, además de para lo que ahora está de moda, insultar. Capítulo que podremos dejar para otro día, olgazanes!

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