Elefantes verdugo y el sexo
publicado por Fry
Hay blogs que no dejan de sorprenderme, como Historias con historia. No sé muy bien como caí en ese estupendo blog, pero es curioso las cosas que despiertan morbo.
Además del sexo, algo evidente, la muerte desata un morbo importante, especialmente cuanto más truculenta sea. ¿Quién no ha visto en algún museo un artículo macabro para proporcionar dolor y se ha quedado ananodado? ¿quién no quiso ver la muerte de Sadam? Admitamoslo, la muerte vende tanto como el sexo.
Y me ha llamado poderosamente la atención la historia de los elefantes verdugo, una practica habitual en la India durante muchos años. No voy a copiar y pegar lo que ya decía ese blog, magníficamente explicado y con todo detalle.
Lo que llega a discurrir la gente para matar a otro o para follarse a otro. Unos hacen elefantes entrenados al milímetro para matar a un tío lentamente para terminar escachándole la cabeza y otros inventan la evolución del orgasmatrón para gays, que paso a relatar ahora.
Visto en un documental en el canal Odisea en una serie sobre el sexo en el mundo. El aparato consistía en un joystick que te introducías en el orto y un consolador masculino por delante. Al otro lado de internet otro pobre incauto hacía lo mismo con su propio equipo. Cada uno de los internautas no tenían control sobre el propio aparato sino que las convulsiones del ano producían ligeros movimientos en el joystick y éste, al detectarlas, envíaba información al consolador del otro para que cambiara sus movimientos, frecuencia, velocidad o lo que fuera. Aquel, a su vez, excitado por la nueva situación, transmitiría movimientos a su joystick y el círculo se cierra.
En fin, lo que hay que ver.
Además del sexo, algo evidente, la muerte desata un morbo importante, especialmente cuanto más truculenta sea. ¿Quién no ha visto en algún museo un artículo macabro para proporcionar dolor y se ha quedado ananodado? ¿quién no quiso ver la muerte de Sadam? Admitamoslo, la muerte vende tanto como el sexo.
Y me ha llamado poderosamente la atención la historia de los elefantes verdugo, una practica habitual en la India durante muchos años. No voy a copiar y pegar lo que ya decía ese blog, magníficamente explicado y con todo detalle.
Lo que llega a discurrir la gente para matar a otro o para follarse a otro. Unos hacen elefantes entrenados al milímetro para matar a un tío lentamente para terminar escachándole la cabeza y otros inventan la evolución del orgasmatrón para gays, que paso a relatar ahora.
Visto en un documental en el canal Odisea en una serie sobre el sexo en el mundo. El aparato consistía en un joystick que te introducías en el orto y un consolador masculino por delante. Al otro lado de internet otro pobre incauto hacía lo mismo con su propio equipo. Cada uno de los internautas no tenían control sobre el propio aparato sino que las convulsiones del ano producían ligeros movimientos en el joystick y éste, al detectarlas, envíaba información al consolador del otro para que cambiara sus movimientos, frecuencia, velocidad o lo que fuera. Aquel, a su vez, excitado por la nueva situación, transmitiría movimientos a su joystick y el círculo se cierra.
En fin, lo que hay que ver.
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