A la noche. Al público. A las alturas. A las arañas. A la velocidad. A la violencia. A las personas. Al trabajo. A los atentados. A los espacios cerrados. A los abiertos. A las agujas. Al sueño. Al terror. A la familia. A la novia. Al ascensor. A la sangre. Al agua. Al fuego. Al dentista. Al ocultismo. A crecer. A los tsunamis. A la mala suerte. A los espíritus. A la mafia. A las manifestaciones. A la guerra. A los ladrones. A los ruidos. Al gato negro. A las caídas. Al jefe. Al dolor. Al préstamo. A bailar. Al ridículo. A los raros. Al médico. A la primera vez. A la última. A las ratas. A los tontos. Al rechazo. A los muertos. A los proxenetas. A las citas. A ser padre. A no serlo. A la política. Al matrimonio. A la policía. A la iglesia. A no estar a la altura. A Dios. A los vigilantes. A las escaleras. A los diferentes. Al compromiso. A la responsabilidad. A la verdad. Al engaño. Al veneno. A la burla. A perder. A ganar. A que te pillen. Al demonio. A ser violado. A los terremotos. A bucear. A llorar. A los pájaros. A que te sigan. A volar. A creer. A no hacerlo. A la televisión. A ser operado. A ligar. A la soledad. Al miedo.
Mucho cuesta enumerar más de 80 miedos, os lo aseguro, y es que algunos los comparto, otros los observo de lejos, muchos son curiosos, algunos reales, otros no tanto, quizá alguno sea sobrante, otros los que falten, pero nunca olvidaré, para mí, el que es el más importante:
A la muerte.
Por ti, Puerta. D.E.P.Etiquetas: Actualidad, Deportes, Reflexiones
Como sevillista te lo agradezco. Ya sabes que me diste una gran idea. Hoy demuestras tu gran corazón.