Barhein
publicado por TioP

Allí, en medio del desierto, esas islas, un paraíso con todo lo que un jeque caprichoso puede tener. Lujo de zonas ajardinadas, palmeritas, hoteles de lujo, aeropuerto a medida, yates, restaurantes carísimos y como no, todo lo que mueve a todo lo anterior, el circuito de F1. Sin éste, la “ciudad” desaparece. El día que cancelen, todo lo que lo rodee puede convertirse en duna, y el jeque no perderá mucho, porque si tiene pasta para esto, lo tiene para muchas cosas más. Pero volvamos a no engañarnos, Manama, ciudad a la que pertenece el circuito, no morirá nunca, porque solo hay que verla, buscadla y veréis cómo os queréis ir a vivir allí...
Y es que… qué mal repartido está el mundo, unos sufriendo en el día a día, haciendo auténticos esfuerzos por no cometer ninguna locura… y otros, creando sus circuitos de fórmula uno a medida. Manda huevos.
Etiquetas: Geografía
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