Cena de empresa (4): apadrinar una copa
publicado por freddd
Lo peor de las cenas de empresa es encontrar un lugar para luego tomar las copas, suele ocurrir que este tema cuando se organiza la cena no se tiene demasiado en cuenta aún siendo la gente bastante consciente de su importancia. Es básico que el local de copas este elegido antes de que llegue el día y que no este demasiado lejos del local, aunque habrá gente que se vaya nada más acabar la cena de lo que se trata es que la cosa no se enfrié y que la distancia no sea un impedimento añadido. También es importante que el lugar lo elija un grupo que "musicalmente" represente a la mayoría. Con esto me refiero a que si dejamos de la mano de algún amante del "bakalao" la elección del local probablemente nos encontremos con una amarga sorpresa y la mayoría de la gente detestará la música.
Por otro lado hay gente que toca los huevos por naturaleza, la gente que se va muy pronto, tras la primera copa, es la que más manías tiene a la hora de ir a un sitio y es el resto, los que perdurarán, los que se tienen que amoldar a ellos. En Madrid por ejemplo es habitual que la gente tenga que adelantar una copa antes de entrar al garito de turno, es decir, pagar una entrada que luego te vas a beber, ahí es donde surgen aquellos que no quieren pagar una entrada, lo que limita seriamente los lugares a los que ir porque la mayoría (al menos los que pueden estar más transitables) requieren de pase por caja antes de entrar. Pues bien, para evitar esto existe una modalidad que el otro día bautizamos en nuestra cena y que consiste en apadrinar un copa, esto es, como la copa de dentro vale lo mismo que la entrada y yo me voy a tomar 2 o 3 copas decido apadrinar a 1 o 2 de mis compañeros para que pasen y yo compro sus entradas. Esto permite que mantengan la boca cerrada y no se quejen más y yo no tengo perjuicio económico ya que adelanto el dinero que seguro que me iba a gastar de antemano.
Cosas de cenas, ay ay ay.
Por otro lado hay gente que toca los huevos por naturaleza, la gente que se va muy pronto, tras la primera copa, es la que más manías tiene a la hora de ir a un sitio y es el resto, los que perdurarán, los que se tienen que amoldar a ellos. En Madrid por ejemplo es habitual que la gente tenga que adelantar una copa antes de entrar al garito de turno, es decir, pagar una entrada que luego te vas a beber, ahí es donde surgen aquellos que no quieren pagar una entrada, lo que limita seriamente los lugares a los que ir porque la mayoría (al menos los que pueden estar más transitables) requieren de pase por caja antes de entrar. Pues bien, para evitar esto existe una modalidad que el otro día bautizamos en nuestra cena y que consiste en apadrinar un copa, esto es, como la copa de dentro vale lo mismo que la entrada y yo me voy a tomar 2 o 3 copas decido apadrinar a 1 o 2 de mis compañeros para que pasen y yo compro sus entradas. Esto permite que mantengan la boca cerrada y no se quejen más y yo no tengo perjuicio económico ya que adelanto el dinero que seguro que me iba a gastar de antemano.
Cosas de cenas, ay ay ay.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< Home