Frio? publicado por TioP

Esto es vergonzante. Esto es denigrante. Esto es una mierda. ¿Por qué tiene que hacer tanto frío? Es la leche. Cuando vengo al trabajo, y eso que son 15 minutos andando, parece que voy caminando por la Siberia profunda. Se me queda la cara congelada, y las manos, aunque las meta en los bolsillos... se joden de frío también, y sino que se lo digan a nuestra manita nueva, que sufre los efectos de este “buen” tiempo.

Es cierto que nos quejamos de vicio, que si calor, que si frío, que si aire, que si lluvias, que si oscuridad... pero es que para eso estamos, y si además le podemos echar la culpa a alguien, mejor que mejor, y ¿quién es el candidato?, el gobierno. Seguro que el gobierno tiene la culpa. ¿Volveremos a ver las estampas de las carreteras por la imprevisión de no tenerlas en condiciones? Pues sí. Este mismo viernes me vi en esa situación. Me dirigía hacia mi querida casa y por la autovía veía quita-nieves cada 50-75 Km’s, eso sí, la carretera impecable, sin nieve, sin agua, sin hielo, sin sal... eso sí, ahí estaba el “quita” al acecho por si las moscas. Cuando dejé la autovía, pasé a la muy buena general, que hay que reconocer está muy bien cuidada, y ahí en según que tramos, también se veían quita-nieves, y como no, buen asfalto, sin agua, sin hielo, sin nieve, sin sal... Kilómetros más adelante, no muchos, empezaba a caer agüilla, pero nada preocupante... eso sí, los quita-nieves ya no estaban. Más adelante, la nieve hizo acto de presencia, al menos nevaba con ganas, pero la carretera aun era practicable, sin problemas, bastaba un poco de precaución. Repito que ya llevamos varios km’s sin “quitas”. Antes aparecían cada 50 Km’s, ahora están desaparecidos. Y el colmo fue cuando de repente, ¡zas!, la carretera era nieve pura, parecía una de las pistas de prácticas de Sierra Nevada, blaaaaaaaanca blaaaaaanca. Gracias a camiones que me marcaban el camino, era capaz de seguir los “railes” que dejaban a su paso. ¿Y los quita-nives? ¡Ah, de café supongo!. Más adelante los camiones que me ayudaban se pararon, todo se detuvo, yo también. Apurado por la gasolina, y en vistas de lo que aun me quedaba por pasar... decidí parar el motor, eso que dicen no hagamos con la nieve, y que siempre hacemos, así como las luces... el caso es no gastar. Te pones hablar por teléfono, cagándote en todo, haciendo hincapié en los quita-nieves y pensando hasta cuándo vas a estar ahí, porque si al menos vas a 40 km/h como hasta ahora, pase, pero a 0 km/h, no llegas, y como bien nos aconsejan, “lo importante es llegar”.

Siguiendo con la historia, ves que un camionero se baja, otro también, charlan, mean, se ríen... y uno se acerca y te dice, “¿qué haces?”... ¡Qué que hago! No me alteres, no me alteres... pues que voy hacer, pararme como todo el mundo, ver la nieve y disfrutar, ¡no te jode! Ya me estoy alterando hasta de pensarlo... Pero bueno, he de agradecerle esas palabras porque me incitó a que siguiera mi camino, que simplemente había un camión cruzado y que igual había un hueco para pasar, que lo intentara. Con esos “ánimos”, lo inenté. Camiones a mi derecha, nieve a mi izquierda, coches de frente, eso era espectacular, era “la anarquía carreteril”, los de frente se apartaban, yo me apartaba... había por tanto, tres filas para dos carriles, y todos contentos (menos los camioneros), porque al menos nos movíamos a 10 km/h, eso sí, las líneas, marcas, carriles... todo eso no existía, las referencias eran las plantas de izquierda y derecha, y la velocidad punta 50. ¿Y qué es de los quita-nieves? Sin comentarios. ¿Eso es previsión? Solo me faltaba por ver, “quitas” en el desierto del Sahara... es lamentable, aunque igual de grave es que no viera desde el inicio de la nieve, hasta mi casa, ningún aviso de este evento, pues ni policía ni quita-nieves hacían acto de presencia... Al final, llegué sano y salvo.

Tras desahogarme con mi historieta de fin de semana, decir que la nieve ya está aquí, pues dicen este miércoles vuelve a bajar la cota... pero es que no solo es la nieve, sino el frío, y es que habrá que comprar guantes y bufanda. Para nuestra mano, bastará con un guante, porque durante toda la semana que entra va a pasar frío... os lo aseguro. Y es que el frío con la nieve (y la mala ostia en algunos casos) es la antesala de la Navidad. Démosle tiempo a nuestra mano para que “vaya tomando forma”.

Feliz noche, y no os olvidéis de la calefacción. Porque el frío, desde donde mejor se ve, es desde el calorcito de casa, o a lo sumo, por la tele.