Despedidas de soltera
publicado por TioP
O de soltero. Ya están aquí. Poco a poco van a empezar a invadir nuestras calles. Digo invadir y no animar, porque no dejan de ser vergonzosas y vergonzantes. O las cosas se hacen bien, o no se hacen.
Me parece muy bien que el novio sea el punto de atención de la noche, pero las cosas, repito, se hacen bien. No es cuestión de ver quien es el más tonto, ni ver quien hace más el ridículo. Parece que unos se copian de otros e intentan superar la ridiculez a pasar por el novio. Si unos lo disfrazan de supermán, otros lo hacen de bailarina, y si no de vaquero con el culo al aire, o bien de ángel semi-desnudo, o simplemente de mujer. ¿Por qué hay que hacerlo tan mal? ¿Por qué siempre se recurre al sexo contrario para ridiculizar (que no disfrazar) al que se casa? Si es chico, de bailarina queda bien, y si es chica, de camionero o leñador.
Pero el colmo, ya no es que a uno lo disfracen así en el otro extremo del país, o de la comunidad, no, se trata de ridiculizarlo en su propia casa, en su ciudad, en su barrio, en los bares por donde salen todos lo que lo conocen. Quiero pensar que esto pasa más en ciudades pequeñas, como es mi caso… Y es que en los pueblos, se van a las ciudades, entonces el ridículo se disipa un poquito. Los de ciudad en condiciones, al haber tantas zonas, pues también queda camuflado…
Desde aquí, y creo medio compartiendo la opinión de los otros dos blog-posteros de unalimosnaparaunexleproso, una despedida tiene que ser animada, divertida, cachonda, con buen alcohol y con los amigos o amigas según proceda. Ridículo, bueno, según de que tipo, pero nunca, y eso sí, NUNCA, en tu ciudad. Y puestos a disfrazarse, la nota la dará el novio, pero los acompañantes también tienen que ir elegantemente disfrazados, porque si algo odio son las típicas camisetas blancas con la foto del tío y la tía en bolas trucada con el paint…
Y menos mal que todo esto lo digo sin conocimiento directo de causa, pues no he sido partícipe de ninguna despedida, ni como novio, ni como acompañante.
Por cierto, que se me olvidaba, en este tipo de despedidas no puede faltar el stripper, o la cachonda de turno, o el bar de este tipo de espectáculos en donde todos (especialmente ellas) se vuelven locas con una polla de goma entre las manos…
Hay que innovar.
Me parece muy bien que el novio sea el punto de atención de la noche, pero las cosas, repito, se hacen bien. No es cuestión de ver quien es el más tonto, ni ver quien hace más el ridículo. Parece que unos se copian de otros e intentan superar la ridiculez a pasar por el novio. Si unos lo disfrazan de supermán, otros lo hacen de bailarina, y si no de vaquero con el culo al aire, o bien de ángel semi-desnudo, o simplemente de mujer. ¿Por qué hay que hacerlo tan mal? ¿Por qué siempre se recurre al sexo contrario para ridiculizar (que no disfrazar) al que se casa? Si es chico, de bailarina queda bien, y si es chica, de camionero o leñador.
Pero el colmo, ya no es que a uno lo disfracen así en el otro extremo del país, o de la comunidad, no, se trata de ridiculizarlo en su propia casa, en su ciudad, en su barrio, en los bares por donde salen todos lo que lo conocen. Quiero pensar que esto pasa más en ciudades pequeñas, como es mi caso… Y es que en los pueblos, se van a las ciudades, entonces el ridículo se disipa un poquito. Los de ciudad en condiciones, al haber tantas zonas, pues también queda camuflado…
Desde aquí, y creo medio compartiendo la opinión de los otros dos blog-posteros de unalimosnaparaunexleproso, una despedida tiene que ser animada, divertida, cachonda, con buen alcohol y con los amigos o amigas según proceda. Ridículo, bueno, según de que tipo, pero nunca, y eso sí, NUNCA, en tu ciudad. Y puestos a disfrazarse, la nota la dará el novio, pero los acompañantes también tienen que ir elegantemente disfrazados, porque si algo odio son las típicas camisetas blancas con la foto del tío y la tía en bolas trucada con el paint…
Y menos mal que todo esto lo digo sin conocimiento directo de causa, pues no he sido partícipe de ninguna despedida, ni como novio, ni como acompañante.
Por cierto, que se me olvidaba, en este tipo de despedidas no puede faltar el stripper, o la cachonda de turno, o el bar de este tipo de espectáculos en donde todos (especialmente ellas) se vuelven locas con una polla de goma entre las manos…
Hay que innovar.
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