Leyendas infantiles (1): La digestión publicado por freddd

De niños nos contaban muchas leyendas urbanas para evitar que corriéramos determinados riesgos. En otros casos era simplemente por alargar la magia de la infancia algunos años más y que siguiéramos pensando que el mundo tenía algunas cosas divinas que se escapaban de lo cotidiano.
En esta serie que comienzo hoy iré destripando algunas de ellas, las que se me vayan ocurriendo en el futuro.
Una de las que más me fastidiaban de crió era aquella leyenda que decía que una vez que comías al mediodía no podías meterte en la piscina hasta 2 horas después de terminar de comer. Argumentaban que si se te ocurría poner un pie en el agua se te podía cortar la digestión y poco menos que ibas a tener un infarto que te iba a dejar seco en el mismo instante. Esto no dejaba de tener un toque diabólico, cuando eres crió tiendes a acrecentar esas leyendas y cualquiera conocía a alguien que conocía a una persona que había muerto dentro de una piscina por entrar antes de las 2 horas.
Si mal no recuerdo no daban ni unos minutos de tregua, es decir, que si te metías cuando habían pasado las 2 horas no ocurría nada pero... cuidado como tan solo hubieran pasado 1 hora y 55 minutos, era algo así como en los gremlins que no pueden comer después de medianoche.
Lo más curioso es que esto solo ocurría en la comida, si merendabas o cenabas y tenías una piscina cerca no pasaba nada. Es más, si no recuerdo mal nada más comer podías meterte inmediatamente al agua pero solo justo después de comer, si pasaban unos pocos minutos ya tenías que acogerte a lo de las 2 horas.

Son recuerdos confusos pero la esencia este ahí. Seguimos informando