Una limosna para un ex-leproso: Los videojuegos, lo que la evolución se llevó

Es muy utilizada la expresión "Ha muerto de éxito" y eso es exactamente lo que le ha pasado al género de los videojuegos. Nunca he sido consolero, ni antes ni ahora (y probablemente tampoco en el futuro), pero he sido un gran jugador desde los comienzos de la informática. Y me permito el lujo de decir que el género ha muerto por una sencilla razón: la adicción ya no existe, y si algo no engancha no sirve para nada.

Casi siempre se le echa la culpa a que ya no se hacen juegos como antes, que eran mejores y más divertidos, aunque tenían peores gráficos. Se sigue argumentando que actualmente el realismo es asombroso, el sonido, la inmersión en el juego, etc, etc, pero se han dejado de lado otros aspectos. Lo siento, no estoy en absoluto de acuerdo, hay juegos rematadamente malos, pero hay juegos espectaculares e increibles, muy cuidados, auténticas obras de arte y muy equilibrados. ¿por qué ahora nos aburren?. Antaño hubo auténticos bodrios también, aburridos, y sin nada que atrajera la atención. Mi lectura no es que los videojuegos hayan muerto, sino que ha ocurrido un fenómeno que afecta a casi todos los ámbitos de la vida: se ha perdido la capacidad de sorpresa.

Devoramos y devoramos cosas, juegos, páginas, películas, páginas de internet, webs, webs, webs, ¡dios mío cómo tiene que ser la página web para que perdamos en ella más de dos minutos antes de volvernos locos buscando todas esas cosas que no estamos perdiendo¡¡ Siguiendo con el planteamiento de los juegos se ha creado la nueva modalidad, perfecta para el consumidor actual, que consiste en sentarte delante del ordenador y jugar a 37 juegos en flash en un cuarto de hora. Estos juegos sólo entretienen 20 segundos, y la mayoría de ellos son increiblemente mejores que cualquiera de nuestros queridos pacman. Otro, otro, otro, otro, otro... ¿alguien alguna vez en su vida ha jugado dos veces al mismo juego en flash? excepto que se trate de un error de un pequeño olvido claro, pero que se soluciona el entuerto en un par de clics, como casi todo en la vida.

Además, el realismo no es una cuestión objetiva ni técnica. No es la capacidad de mover doce quintillones de polígonos por microsegundo. Cuando jugabamos al pacman estabas tan inmerso que poco importaba que tuviera 15 pixels o que se moviera a saltos o que la música fuera capaz de volver loco a cualquiera (desde aquí lo propongo como terapia extra en guantanamo). Estabas jugando y te lo creías. ¿Acaso los libros tienen gráficos en 3D? ¿hay algo más realista que un libro?.

Echo de menos los inicios de la informática, echo de menos esos juegos de maquinas de los bares, echo de menos esos Boubles, esos Wonderboys, esas míticas aventuras gráficas de Lucas, incluso echo de menos el viejo y desgastado Doom. ¿Pero que estoy diciendo? lo que de verdad echo de menos es que me quede alguna mínima capacidad de sorpresa. ¡¡Ayy internet, cuánto nos has dado y cuánto nos has quitado¡¡

Aún recuerdo, lejano en el tiempo, cercano en la memoria, cuando algo como el culo de goatse era capaz de sorprenderme. Bienvenidos al mundo de "lo he visto todo".