La muerte estupida
publicado por freddd
Una de las películas que hay actualmente en cartelera me ha hecho pensar sobre la absurdez de algunas situaciones que se pueden dar y que pueden ocasionar la perdida de la vida en un instante de una manera ridícula y aparentemente evitable. Estoy hablando de "a la deriva" basada en una historia real en la que un grupo de amigos que están en alta mar en un pequeño velero se tiran para darse un baño y al último de ellos se le olvida tirar la escalera para volverá subir. En un principio uno piensa que no es algo tan grave, que entre 4 o 5 personas pueden volver a subir porque un pequeño velero no tiene que ser tan inaccesible. Y lo es. La realidad es que esos jóvenes murieron junto a la barca por la imposibilidad de volver a subir. En el agua algo tan sencillo como aupar a una persona para que alcance un objeto elevado no es tan sencillo como en el exterior, tirar algo para engancharlo al barco y luego trepar puede parecer también tarea fácil hasta que se intenta y se da uno cuenta que no lo es. Si a eso le sumamos los nervios y la tensión de la situación todo se hace mucho más complicado.
Aunque no es la única muerte absurda que se me antoja, sino mirar lo que ocurrió con Gustavo, el de gran hermano, baja de un tren, cruza por las vías y un tren se estrella contra el y lo mata, parece de chiste, acaso no se asomó a ver si venía? tan rápido puede ir un tren para que no lo veas y acto seguido lo tengas en tus narices? lo dudo, más bien me atrevo a pensar que otra cosa era la que recorría las narices de Gustavo.
Como estas tantas y tantas muertes tan facilmente evitables y tan absurdas, descuidos que se pagan con lo más valioso, hay que estar atento para evitarlos.
Aunque no es la única muerte absurda que se me antoja, sino mirar lo que ocurrió con Gustavo, el de gran hermano, baja de un tren, cruza por las vías y un tren se estrella contra el y lo mata, parece de chiste, acaso no se asomó a ver si venía? tan rápido puede ir un tren para que no lo veas y acto seguido lo tengas en tus narices? lo dudo, más bien me atrevo a pensar que otra cosa era la que recorría las narices de Gustavo.
Como estas tantas y tantas muertes tan facilmente evitables y tan absurdas, descuidos que se pagan con lo más valioso, hay que estar atento para evitarlos.
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