Mis peores temores son ciertos publicado por Fry

No ha habido otra cosa en el mundo que me haya atormentado más que la posibilidad de que existieran jeringuillas en las playas. Cuando temes algo le das vueltas y recreas la situación de mil maneras. Casi llegas a pensar cuál sería la mejor manera de hacerlo, la distribución en la que las dispondrías, la profundidad en la arena y la cantidad justa de liquido para que pueda presionarse y inyectarse en el pie del incauto playiandante.

Por supuesto las jeringuilla tenían sida y droga. En la niñez se tiene la errónea idea de que te conviertes en drogadicto al menor contacto con la droga, aunque sea indeseado. Tal vez sea porque nuestras madres, aún cuando existen miles de peligros reales de los que advertir al niño, sólo se preocupaban de decir, justo antes de salir de casa "no cojas nada de ningún desconocido!!". Es curiosa ver la gran distancia que existe entre su alarmismo y la realidad de las cosas. Cuando era pequeño he cometido temeridades, he puesto en peligro mi vida muchas veces haciendo cosas que no debería, pero jamás, y repito, jamás me he encontrado a ningún desconocido que me ofreciera nada (cuando era niño, claro). Ni yo ni nadie. ¿Entonces por qué infundir un temor de tal magnitud? Esa es la razón por la que pensábamos que tocar un caramelo con droga nos convertía en drogadictos de por vida.

A lo que iba, que las jeringuillas tenían sida y droga, y el menor pisotón te convertiría en ambas cosas, sidático y drogadicto. Pues mis temores infantiles a las playas, que aún arrastro en menor medida, se han visto confirmados por la siguiente noticia:

Detenido un Jóven politoxicómano de 23 años que tenía sida , que se dedicaba todas las mañanas a ir al parque del retiro y dejar jeringuillas infectadas de sida en los jardines.El jóven , de familia media - alta, atiende a las iniciales de J.M.G.M y es natural del barrio de Peñagrande.J.M.G.M ha reconocido los hechos ante el juez y sólo ha dicho que lo hacía por ver la cara que se le ponía a la gente al ver una jeringuilla en un parque.

Hay que andar con pies de plomo.