Los reyes son los padres publicado por Fry

Y los hermanos, los hijos, los sobrinos, los abuelos, los novios y hasta el espíritu santo. Ya podrían ser los reyes magos de verdad, no porque nos importe una mierda la magia, sino porque sacaríamos dos ventajas: dinero y quebraderos de cabeza.

Este año nos han traido un buen regalo al blog. En el pequeño arbolito virtual han dejado un paquetito con 500 post correctamente envueltos y preparados. Este es el 501, que es un bonito número por otra parte.

El año pasado, por estas fechas, comenté la pérdida de la inocencia que suponía enterarte de la noticia. Es el paso de niño a adulto, la línea en la que se pierde la magia para entrar de lleno en la cruda realidad de la vida. Lo que no saben estos pobres prepúberes es que, años más tarde, no sólo se convertirán en reyes de todo cristo (aunque cada vez de menos gente), sino en ratoncito pérez, en regalador de cumpleaños y, con suerte, en Sanvalentinero y comprador de regalos en aniversarios.

Cuando le tengáis que decir a vuestros hijos la verdad sobre los reyes debéis hacerlo con toda crudeza: "hijo, al margen de quiénes sean los reyes, ser adulto vale mucha pasta". Avisados quedan.