La soledad me mata
publicado por Fry
Hoy estábamos casi todos y al menos tres paquetes de tabaco median entre tu muerte y el presente. Es la primera vez en estos largos tres años de blog en los que rompo la sagrada norma de no escribir fuera de los días pactados, pero me has arracando de la cama obligándome a escribir sobre ti. Hoy Tiop no se equivocaba. El desgarro de tu ausencia sólo se siente en soledad. Cualquier conversación sobre tu vida, por cariñosa y simpática que sea, únicamente trata de normalizar algo que jamás entenderé. ¿por qué coño estoy llorando la pérdida de un amigo?
Cada uno somos el fruto de todas las personas que hemos conocido en nuestra vida y no tengo ninguna duda de que juntos, Adrián y nosotros, nos formamos como personas. Yo soy lo que soy por aquellos hooliganeos en los baños, por aquellas vuelticas moniles, por aquellas escapadas a espiar las guarrerías en la pota, por aquellas canciones adulteradas por nosotros mismos, por aquellas pancartas proetarras que arrancábamos, por aquel orgullo con el que lucíamos nuestros trajes en las noches de reyes, por esas parodias de los pastis, por tantos apodos que pusimos a tanta gente, por aquellos pueblos que visitamos mientras nos hacíamos adolescentes, por aquellas banderas de España, por el bueno de torosborn, por aquellos mareos jais, por aquellos días del Ángel que ya no volverán en el que no necesitábamos nada más que a nosotros mismos, por nuestro Comando Meñique, por la PV, por aquellas conversaciones en las querías ser piloto, por aquellas conversaciones en las que ni siquiera soñabas con volar, por aquellas conversaciones en las decíamos que eras capaz de ser cualquier cosa y de estar en cualquier sitio...
Algo de lo que somos te lo debemos a ti.
Eso es lo mejor que puede dejar una persona cuando se muere.
Cada uno somos el fruto de todas las personas que hemos conocido en nuestra vida y no tengo ninguna duda de que juntos, Adrián y nosotros, nos formamos como personas. Yo soy lo que soy por aquellos hooliganeos en los baños, por aquellas vuelticas moniles, por aquellas escapadas a espiar las guarrerías en la pota, por aquellas canciones adulteradas por nosotros mismos, por aquellas pancartas proetarras que arrancábamos, por aquel orgullo con el que lucíamos nuestros trajes en las noches de reyes, por esas parodias de los pastis, por tantos apodos que pusimos a tanta gente, por aquellos pueblos que visitamos mientras nos hacíamos adolescentes, por aquellas banderas de España, por el bueno de torosborn, por aquellos mareos jais, por aquellos días del Ángel que ya no volverán en el que no necesitábamos nada más que a nosotros mismos, por nuestro Comando Meñique, por la PV, por aquellas conversaciones en las querías ser piloto, por aquellas conversaciones en las que ni siquiera soñabas con volar, por aquellas conversaciones en las decíamos que eras capaz de ser cualquier cosa y de estar en cualquier sitio...
Algo de lo que somos te lo debemos a ti.
Eso es lo mejor que puede dejar una persona cuando se muere.
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