Sudores de la muerte II
publicado por TioP
[otra vez las putas fotos...]
Mis adorables blogger-compis pensarán que iba a complementar el post ya escrito de los sudores de la muerte que provocan los restaurantes chinos tras tan densa y especiada comida... pero no!!!, no hablaré de chinos ni de chinas, sino de huelgas.
Os preguntaréis que relación tiene con los sudores, pues la tiene, pero será uno de los micropuntos a tratar hoy. El caso es que hoy me he enterado que había huelga de metro, con unos servicios mínimos que eran anunciados por megafonía como del 50%. ¿Esto qué provocaba?, pues que los metros fueran hasta el culo de gente. Yo no me suelo mezclar con el mundo “metril”, no por pijería ni nada de eso, sino porque mi trabajo no me lo permite, o mejor dicho, me permiten ir de otra manera, aunque también es verdad que tampoco piso mucho la capi, sí sus aledaños. El caso es que tras una visita a la grandiosa Torre Picaso, y aprovechando la estancia en Madrid, Madrid, y no en periferia, pues decidí tomar unas cañas con un colega de curro. Hasta ahí normal, pero luego pensamos en desplazarnos hasta Pio, para lo cual el metro era nuestro aliado, aunque en este caso podríamos llamarlo enemigo público. Cuál fue mi sorpresa que hoy era huelga y los vagones como os decía antes, iban llenísimos. Eran las 19:00h y no entraba ni un alma. Todos apretados, empujones por todas partes, desconoces quién te está tocando, igual eres tu mismo, porque no sabes distinguir ni cual es tu brazo, pierna... y casi hasta cara. Pero lo que sí reconoces es el olor a macho, hembra, persona, humano, cerdo... buaaaaaagggggg, repugnante, mugriento, asqueroso, insano, nauseabundo, inmundo, desagradable... en pocas palabras, sucio. Y es que el tiempo acompañaba a la puta huelga, calor.
Pero mi respuesta ante esto no es otra que insultar no al que huele a mierda, lo hacíamos en su inmensa mayoría todos, sino repudiar a quien convoca las huegas, y por qué no, a quién las secunda. En este caso los culpables directos son ellos. No critico que exista el derecho a la huelga, me parece bien, pero las protestas deben ir dirigidas hacia quienes van dirigidas, y no que siempre las paga el puto ciudadano de a pie. Los señores a los que va dirigida, seguro que no cogen el metro, seguro que no han sudado lo que he sudado yo hoy, y seguro que por un oído les va a entrar y por otro les va a salir.
Desde mi punto de vista, siempre veo que se recurre a las huelgas con una facilidad espantosa, por no decir a las manifestaciones o protestas varias, pero es que apenas a uno le pica algo ya sale a protestar. Y es que así hay que hacer, pero me doy cuenta de que no valen para mucho. Y si no, este fin de semana ha habido de todo, falangistas, republicanos, verdes, feministas, ruido de barajas... ¿y qué? ¿algo solucionado? Creo que simplemente sirven para rellenar los informativos y la prensa nacional/local. No veo una solución, solo veo sudor y eso no es bueno, solo veo malestar para el ciudadano, y tampoco es bueno, y de ahí que haga la analogía de la huelga, tampoco es bueno. Eso sí, habrá que protestar, pero no sé el cómo, pero por lo menos que solo moleste a quien tiene que molestar.
Mis adorables blogger-compis pensarán que iba a complementar el post ya escrito de los sudores de la muerte que provocan los restaurantes chinos tras tan densa y especiada comida... pero no!!!, no hablaré de chinos ni de chinas, sino de huelgas.
Os preguntaréis que relación tiene con los sudores, pues la tiene, pero será uno de los micropuntos a tratar hoy. El caso es que hoy me he enterado que había huelga de metro, con unos servicios mínimos que eran anunciados por megafonía como del 50%. ¿Esto qué provocaba?, pues que los metros fueran hasta el culo de gente. Yo no me suelo mezclar con el mundo “metril”, no por pijería ni nada de eso, sino porque mi trabajo no me lo permite, o mejor dicho, me permiten ir de otra manera, aunque también es verdad que tampoco piso mucho la capi, sí sus aledaños. El caso es que tras una visita a la grandiosa Torre Picaso, y aprovechando la estancia en Madrid, Madrid, y no en periferia, pues decidí tomar unas cañas con un colega de curro. Hasta ahí normal, pero luego pensamos en desplazarnos hasta Pio, para lo cual el metro era nuestro aliado, aunque en este caso podríamos llamarlo enemigo público. Cuál fue mi sorpresa que hoy era huelga y los vagones como os decía antes, iban llenísimos. Eran las 19:00h y no entraba ni un alma. Todos apretados, empujones por todas partes, desconoces quién te está tocando, igual eres tu mismo, porque no sabes distinguir ni cual es tu brazo, pierna... y casi hasta cara. Pero lo que sí reconoces es el olor a macho, hembra, persona, humano, cerdo... buaaaaaagggggg, repugnante, mugriento, asqueroso, insano, nauseabundo, inmundo, desagradable... en pocas palabras, sucio. Y es que el tiempo acompañaba a la puta huelga, calor.
Pero mi respuesta ante esto no es otra que insultar no al que huele a mierda, lo hacíamos en su inmensa mayoría todos, sino repudiar a quien convoca las huegas, y por qué no, a quién las secunda. En este caso los culpables directos son ellos. No critico que exista el derecho a la huelga, me parece bien, pero las protestas deben ir dirigidas hacia quienes van dirigidas, y no que siempre las paga el puto ciudadano de a pie. Los señores a los que va dirigida, seguro que no cogen el metro, seguro que no han sudado lo que he sudado yo hoy, y seguro que por un oído les va a entrar y por otro les va a salir.
Desde mi punto de vista, siempre veo que se recurre a las huelgas con una facilidad espantosa, por no decir a las manifestaciones o protestas varias, pero es que apenas a uno le pica algo ya sale a protestar. Y es que así hay que hacer, pero me doy cuenta de que no valen para mucho. Y si no, este fin de semana ha habido de todo, falangistas, republicanos, verdes, feministas, ruido de barajas... ¿y qué? ¿algo solucionado? Creo que simplemente sirven para rellenar los informativos y la prensa nacional/local. No veo una solución, solo veo sudor y eso no es bueno, solo veo malestar para el ciudadano, y tampoco es bueno, y de ahí que haga la analogía de la huelga, tampoco es bueno. Eso sí, habrá que protestar, pero no sé el cómo, pero por lo menos que solo moleste a quien tiene que molestar.
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