19 abril 2006

3,14159... (I parte)
   publicado por Fry

TioP ha abierto la veda y no puedo contener mi excitación al adueñarme del control leproso del número Pi, una de las grandes pasiones de todo geek que se precie. Inauguro una serie de artículos para ir hablando de todas las cosas que he ido leyendo en mi vida sobre tan maravilloso número, del que nunca se terminan de descubrir cosas.

Quizás, la afirmación más sorprendente es que en Pi están todos los números que existen o que puedan existir. En algún punto de la infinita sucesión de decimales se encuentra cualquier secuencia conocida. Todos nuestros números de teléfono se localizan en algún lugar concreto. Esto se debe a que Pi cumple las propiedades de ser irracional y trascendente (superinteresantes entradas en Wikipedia, en inglés, eso sí) por lo que tiene infinitos decimales, pero además cumple otra característica que lo convierte en número normal. Un número es normal cuando representa una distribución aleatoria e idéntica de todos sus números. No sólo los diez dígitos del cero al nueve se encuentran igualmente repartidos, sino cualquier otra secuencia de números. Es decir, el 11 aparece tanto como el 12, 13, 14... o cualquier otra combinación de, por ejemplo 5 dígitos, aparece repartida de manera idéntica. Siguiendo el planteamiento del teléfono podríamos decir que tú numero aparece tantas veces como el mío.

Actualmente no se ha podido demostrar que efectivamente Pi sea normal, ya que conocemos un número finito de decimales, pero todo apunta a que es así. Considerándolo de este modo, podremos encontrar cualquier secuencia de números en él. Puesto que cualquier forma de conocimiento (una imagen, una conversación, una cara, un libro...) es codificable en una secuencia numérica, podremos encontrar todo el conocimiento del universo. Es cierto que encontrar codificado el Quijote nos llevaría a profundizar en exceso entre la marabunta de decimales, pero no sólo se encontrará eso, sino modificaciones que se pudieron hacer, errores, terceras partes y un infinito número de variantes.

De alguna manera todos nos encontramos dentro del mágico Pi. Es como si toda la información en potencia ya existiera y sólo fuera necesario canalizarla. Si aceptamos que Pi contiene toda la información existente en el mundo, todo lo que somos y seremos ya existiera de alguna manera. No podemos inventar nuevas secuencias, ya existen. No podemos inventar una canción nueva, no se puede crear. Por ejemplo, Mozart no creó nada, no inventó música. Esa información ya existía. Sólo hubo que rebuscar un poquito más adentro de lo normal.

Hoy por hoy nos conformaremos con buscar dentro de los primeros 200 millones de decimales, que no es poco. Buscador de secuencias en Pi.

A partir de ahora, mediocres escritores y músicos, dejaos seducir por el maravilloso mundo de Pi. Quizás dentro encontréis la inspiración que la naturaleza os negó.

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