Sindrome de diógenes digital publicado por Fry

Debido a que creen encontrarse en una situación de pobreza extrema, no siendo a menudo el caso, tienden a intentar ahorrar lo máximo posible llegando a reunir grandes cantidades de dinero sin tener conciencia de lo que poseen realmente. También suelen acumular grandes cantidades de desperdicios y objetos sin ninguna utilidad en sus casas, lo cual les aboca a vivir en situaciones insalubres.

Todos, en mayor o menor medida, hemos padecido este grave síndrome en su versión digital. Las redes P2P (aunque algunos lo traíamos de la época FTP-Warez) fomentaron una práctica nada recomendable: acumula toda la basura posible en tu ordenador, aunque no la necesites. Reconozco haber sido un grave paciente de esta enfermedad y me dedicaba a acumular muchas más películas-juegos-aplicaciones-música-etc. de la que era capaz de asimilar y absorver.

A mí todo esto de la informática no me sorprendió repentinamente. He vivido la sofisticación paulatina de los medios para piratear, sin embargo no evitó que cayera en las garras del coleccionismo como fin único. El placer no es disfrutar de lo descargado, sino el mero placer de poseerlo. Saber que tienes una película, o cien películas, que no vas a ver, pero tampoco lo necesitas. La vida se convierte en el deseo de llegar a casa para ver cuántas barras del emule se han puesto en verde para, inmediamente, añadir otras tantas descargas que jamás disfrutarás.

Con suerte, en mitad del proceso de la enfermedad se da un cambio radical que, aunque parece insignificante en ese momento, supondrá la diferencia entre atajar el problema o no. Me refiero al punto en el que decides que es inútil grabar las cosas en cd y se almacenan exclusivamente en el ordenador. Pese a que aún no eres consciente de que padeces el síndrome de diógenes digital, inconscientemente has asumido que algo no cuadra: "¿para que gastar dinero en un cd que nunca voy a ver? Si me conformo coleccionando simplemente engordaré mi disco duro". Por supuesto la naturaleza subconsciente de la decisión no te permite verlo tan claro en ese momento.

Como decía, si has pasado la crisis de la grabación en cds tienes medio camino recorrido. Pasarás de tener un problema económico a un problema de espacio vital (al menos digitalmente hablando) y será la propia selección natural la que irá borrando lo menos interesante o más viejo. Los mejores juegos-programas-películas-música-etc. sobrevivirán, cada vez de más calidad, hasta tener un disco duro con constantes y agonizantes mensajes de problemas de espacio.

La última etapa se caracteriza por una regresión absoluta, la antítesis del síndrome de diógenes. El fervor de todos esos años de coleccionismo se torna en la apatía más absoluta, sintiendo incluso pereza del mero hecho de pensar en descargar algo. Los viejos fantasmas de espacio en disco duro revolotean por la cabeza y no te dejarán sentarte ante tu emule-edonkey-torrent. Ya no sientes furor testicular por descargar una película que ni siquiera se ha estrenado y no te inmutas ante los rimbombantes nombres de versión de los nuevos juegos. Todo eso es cosa de tu pasado más oscuro.

Finalmente, superada la enfermedad, habrá quedado un gran poso de experiencia que te vuelve rigurosamente selectivo. El conocimiento te da la capacidad de criterio y, desde luego en el mundo de las descargas, experiencia tú ya tienes.

Afortunadamente ahora me descargo lo que necesito y lo que consumo, y puedo esperar tres días a tenerlo.

Tranquilos amigos, la mayoría de vosotros también lo superaréis.