Se ha reabierto un viejo debate en los últimos meses que a mi juicio carece de interés ciudadano, es más, pienso que es una estrategia para ocultar los temas importantes que suceden en este país. Me refiero como no al empeño que esta poniendo el gobierno actual en desterrar una parte de la historia, acabar con todos sus monumentos y con cualquier manifestación ya sea escultórica o arquitectónica, empezaron con el busto a Franco y ahora quieren hacer algo similar con el valle de los caídos. Yo que vivo en Madrid y que conozco a gente de todas las tendencias políticas jamás había escuchado la necesidad de derruir esos monumentos, nadie lo reclamaba, era por todos sabido que es una parte de la historia que esta ahí, que se ha superado y de la que lógicamente siempre quedará algún símbolo que recuerde su paso y su huella. Si todos hicieran lo mismo no quedarían estatuas en las ciudades, los detractores de la patria pedirían ahora que se eliminen las estatuas de Felipe II, los sudamericanos residentes en Madrid que tirasen la estatua de Colon, los defensores de la libertad verdadera sin signo político reclamarían que se eliminase la figura del Ché que todos podemos ver en una conocida plaza de Leganés… Pero bueno, la realidad es que la estatua de Franco la quitaron y a mí que no me simpatiza demasiado el individuo en cuestión no me quitó el sueño pero al fin y al cabo están quitando un patrimonio de la ciudad, una ciudad y un país que tienen en sus calles el sello perpetuo de aquellos que las gobernaron y las poblaron y que deseo conservar como fiel reflejo de tantos siglos de historia.
Lo del valle de los caídos ya es otra cosa, monumento que ha sido desterrado y olvidado por muchos por tener cierta relación con el franquismo, y digo cierta, porque es verdad que fue mandado hacer por el caudillo pero lo que no se dice y mucha gente no sabe es que los enterrados allí (unos 40.000) lo son de ambos bandos prácticamente a partes iguales y que fue erigido para ser el monumento a los combatientes católicos de los dos frentes, que fue concedido por concurso público a un conocido escultor, Juan de Avalos, que no tenía especial vinculación con el regimen. De hecho hubo un gran revuelo cuando se pretendió por parte de algunos que los restos que allí estuvieran fueran solo los del bando nacional, cuestión denegada desde el primer momento por el caudillo que tuvo siempre claro que allí debían reposar los combatientes de la guerra sin importar el color político. Otra de las mentiras camufladas o medias verdades es la referente a los presos, los que allí iban, por desempeñar trabajo en obras públicas tenían una redención de las penas, de hasta 2/3 partes de sus penas, además su trabajo estaba remunerado aunque no cantidades elevadas pero teniendo en cuenta la época y que eran presos políticos es conveniente citarlo.
El valle de los caídos comenzó su construcción en 1940 y finalizaron en 1959, la altura de la cruz es de 150 metros y sus brazos miden 46 metros cada uno. La cripta inferior mide 246 metros, se excavaron 200.000 m3 de tierra.
Ahora se propone hacer allí un monumento a la esclavitud, o demolerla parcialmente y algunas propuestas más. En mi opinión, la revancha y el odio no llevan a ninguna parte, debemos mirar hacia delante y conservar nuestro patrimonio, que como siempre a lo largo de la historia esta manchado de sangre, de la sangre de unos y otros, de la sangre nuestros antepasados.
Descansen en paz todos los muertos de la guerra.
Me parece muy interesante la verdadera historia de El valle de los Caidos. La desconocía por completo, y supongo que como yo la mayoría, y es que este tipo de noticias que hacen que todos convivamos en paz y no se empeñan en amenazar constantemente con que viene el coco carecen de interés en la sociedad que hemos construido