07 abril 2006

Al amparo de la estadística
   publicado por Fry

Hoy hago una extensión del post que hizo ayer mi compañero TioP para dar mi particular versión de los muertos al volante. Y que coño, de los muertos en general.

Hoy he visto en el telediario la noticia que ayer comentaba él. "¿Cree usted que va a morir esta semana santa?". Al margen de que siente mal o no siente mal la respuesta inmediata es clara: "No, no voy a morir.". La gente se cabrea, pero no cabe duda que nadie teme por su propia muerte o el mundo no funcionaría.

Realmente el problema de la carretera es como el tabaco o cualquier otro riesgo. Mientras que el riesgo sea pequeño quedamos excluidos de la lotería. Al fin y al cabo la lotería nunca toca, ¿por qué esto iba a hacerlo?. No se equivocaba en el post anterior cuando afirmaba que efectivamente las posibilidades de que mueran X estimados es 100%, pero los "elegidos" son muy pocos en comparación con los desplazamientos. Se supone que muere uno cada 100.000 desplazamientos. ¿Es más fácil que toque la lotería de navidad no?

Por supuesto estos porcentajes se incrementan con los hábitos, pero aún con ciertas prácticas poco recomendables (hablar por el móvil, exceso de velocidad, etc) los porcentajes se me antojan ridículos en comparación con el total de acciones. Probablemente la dificultad hace que sea ajeno. Obviamente yo tampoco voy a morir en Semana Santa.

Es verdad que hemos aceptado sin problemas un número elevado de muertos cada fin de semana. Vemos normal que estas cifras suban y bajen y los resultados se acerquen peligrosamente a lo estimado. No hay nada anormal en la normalización de los muertos. Todo proceso tiene su margen de error (transmisiones informáticas, piezas en cadena en una fábrica, muertes por intervenciones, etc). Mientras los errores se encuentren dentro del margen permitido son aceptables.

Incluso se aceptan ciertos márgenes de error en asesinatos (entiendo que un asesinato es un error en la integración social), pero cuando son sobrepasados en número o crueldad se vuelven noticia.

No sé qué decir. Espero no ser yo y espero que se pongan medidas para bajar los márgenes de error, porque las muestras erróneas van a ser siempre iguales.

Maldita estadística.