Mi moto y yo
publicado por freddd

Es dificil explicar la sensación del viento azotandote fuertemente en la cara mientras subes una montaña o cuando tras una hora de lluviosa marcha llegas con tus compañeros de carretera a la taberna de siempre a calentar el estomago con unas cuantas cervezas.
Para los que estamos en este mundo el destino en si es insignificante, lo importante es el medio, podemos amanecer un domingo, hacer 50 km, tomas una cerveza helada en un sucio bar de carretera y volver al mismo punto del que salimos. Y no hemos visto nada, no hemos comido en ningún sitio ni asistido a un espectaculo único, hemos rodado a lomo de nuestras pequeñas y hemos cortado el viento de la sierra durante unas horas en compañia de algunos amigos. Y eso es lo que nos queda, la goma de nuestras ruedas tatuada en las carreteras y los hierros de nuestras "niñas" cogiendo oxido por las solitarias llanuras castellanas. Los que sepan de que va este mundo me comprenderan sin duda, el resto me tomarán por loco y sin duda tienen algo de razón, pero no me preocupa, esta locura me ayuda a mantenerme vivo.
A mi moto. Marlene.
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