11 julio 2006

Badenes
   publicado por TioP

Esto es lo que se lleva ahora. Al igual que con los carteros, a los que analicé desde una perspectiva algo crítica y que fue reconocida como tal por mi compañero Fry, hoy tocará con los badenes, que en ocasiones, y más, me originan mayor malestar, odio, enfado, cabreo, irritación, cólera, encabronamiento, violencia, arrebato... y mucho más.

Como podréis observar soy conductor, como muchos de vosotros, que sufre día a día de tan despreciable invento. Quizá un peatón pensará que son para que crucen con más facilidad y esas cosas. Soy peatón también, pero no me quejo ni propongo badenes de mierda, sino semáforos o controles de velocidad, pero nunca un puto badén de mierda, joder!. Me alteran.

No encuentro justificación alguna para este invento. Invento que además, me gustaría saber quien lo descubrió, ya que por norma general, ante una propuesta de este tipo que “favorece” (por decir algo) el bienestar común (“jejeje”) y facilita “algo”, es premiado y reconocido de algún modo. Sé que algo parecido sucedió con las bandas sonoras de los laterales de las carreteras y en su día lo dijeron por la tele... pero ¿por qué no se atreven a publicar quien fue el “listo” que sugirió esta patraña de estúpida idea revienta coches? porque ¿sería linchado en una plaza pública? O ¿quizá atropellado? O mejor aun, ¿aplastado contra un badén? Igual en su día recapacitaron.

El caso es que hay badenes para todos lo gustos... y me repito, me gustaría saber si tiene patente...

Los que no valen para nada: Son los que inicialmente aparecieron en las carreteras, en según que cruces para disminuir la velocidad. Son tan minúsculos que lo único que emiten es ruido al pasar sobre ellos, sin tener la sensación de estar dañando nada en el coche. Hoy en día solo se ponen en lugares en donde no se puedan poner el resto, como por ejemplo, entrada y salida de peajes o intersecciones en vías muy principales. Y repito, no valen para nada, hacen ruidito...

Los rompe coronillas: Son una evolución de los anteriores. Muy modernos ahora mismo. Son auténticas planchas de “plástico” duro, normalmente atornilladas al suelo, negros con franjas amarillas. Allá donde trabajo está plagado. Se suelen poner en según que ciudades (véase Boadilla del Campo), en polígonos o dentro de complejos empresariales o de ocio. Lo de rompe coronillas es que si los pasas a una velocidad que no sea la indicada, el bote que pegas hace que te abras la cabeza contra el techo, además de joder medio coche; bajos, amortiguación, ejes, ruedas...

Los bloques: No es evolución de los anteriores, sino un versionado más cruel de los baches, porque más que badenes, son baches a mala leche. Como auténticos bloques de grava son atravesados de un lado a otro de la carretera. Con su subidita, sus dos, tres metros de meseta, y la bajadita. Los podríamos llamas rompe morros, porque si entras deprisa en ellos, rasparás la parte delantera del coche, por no decir si bajas en plan coche fantástico, vuelas. Estos se llevan en avenidas de ciudades pequeñas o barrios residenciales para que la “gentuza” que va como loca no vaya tanto. Esto creo que podría dar referencia a la frase de... “pagan justos por pecadores”.

Los muros de Berlín: Son los mismos bloques anteriores, pero hechos por un retrasado mental. En ocasiones he visto baches de estos que da igual como los tomes, como si lo haces parado, tocas. Únicamente un patrol puede sortearlos. Con suerte si los tomas de lado, entrando con una rueda, y luego con la otra... quizá pases la prueba, pero si no... mejor que busques otro camino. Se reconocen, además de porque tocas, porque están marcados por las cuchillas de Freddy Krueger. Todo rallas de los bajos de nuestros coches.

Los de consorcio: Son aquellos aunque se cataloguen en alguno de los anteriores, no ves el porqué están. Son como sobrantes. Son los que como sobraron piezas o cemento, hay que rellenar. Además, soy de la opinión de que ciertos talleres están asociados a la gente que los pone, y según donde los pone, porque no me creo que no haya nadie que no haya jodido el coche ahí... Los talleres tienen una mano negra por ahí. ¿Comisiones? Fijo.

Manifestémonos con un pico, y acabemos con tan semejante tortura.