La necesidad de internet
publicado por Fry
Hoy estamos de depresión total. Si cualquier domingo postfestivo merece ser considerado una minidepresión, cuando el fin de semana se convierte en siete días ininterrumpidos de fiesta el problema es más gordo y deprimente. La cosa empeora cuando no tienes internet, como le ocurre estos días a Freddd.
Ha ocurrido muy poco a poco, pero ha ocurrido. Es difícil establecer el momento exacto en el que internet se convierte en algo absolutamente imprescindible en tu vida. Cuando la red irrumpió en mi vida, allá por el 95, los precios y velocidades de las conexiones no permitían la integración total. Los más neófitos del asunto no recordarán cuando la conexión a internet no era permanente, sino que había que realizar un proceso de marcado y de facturación por minutos. Eso duró muchos años y limitó de manera sorprendente su uso. Además, dividía claramente lo que era estar online y offline, conceptos que han desaparecido.
La "banda ancha" (muy entrecomillada) nos obligó a inventar nuevas formas de uso. Sin limitaciones de tiempo ni de marcados había que reinventar formas de utilizar la red. Poco a poco se fue integrando totalmente en tu vida. Pasamos de leer el periódico en papel a consultar fuentes en la red, pasamos de escanear a buscar fotografias en buscadores, dejamos de comprar la teleindiscreta para consultar aquí la programación... y un largo etcétera que sería demasiado largo de relatar. El tema es que, casi sin darnos cuenta, internet es absolutamente necesario para cualquier actividad que hagamos en el ordenador. Pero como todo en la vida sólo se echa en falta cuando lo has perdido.
Hoy Freddd no me podrá leer desde su casa, y por ello me envidiará seguro, lo que no sabe es que ahora mismo le envidio yo por no tener en mis manos esa PSP.
Todos queremos lo que no tenemos. Si algún día me falta internet dejaré de escuchar música, de hacer fotos, de aprender cosas, de expresar cosas, de divertirme, de hacer buenas compras...
Ha ocurrido muy poco a poco, pero ha ocurrido. Es difícil establecer el momento exacto en el que internet se convierte en algo absolutamente imprescindible en tu vida. Cuando la red irrumpió en mi vida, allá por el 95, los precios y velocidades de las conexiones no permitían la integración total. Los más neófitos del asunto no recordarán cuando la conexión a internet no era permanente, sino que había que realizar un proceso de marcado y de facturación por minutos. Eso duró muchos años y limitó de manera sorprendente su uso. Además, dividía claramente lo que era estar online y offline, conceptos que han desaparecido.
La "banda ancha" (muy entrecomillada) nos obligó a inventar nuevas formas de uso. Sin limitaciones de tiempo ni de marcados había que reinventar formas de utilizar la red. Poco a poco se fue integrando totalmente en tu vida. Pasamos de leer el periódico en papel a consultar fuentes en la red, pasamos de escanear a buscar fotografias en buscadores, dejamos de comprar la teleindiscreta para consultar aquí la programación... y un largo etcétera que sería demasiado largo de relatar. El tema es que, casi sin darnos cuenta, internet es absolutamente necesario para cualquier actividad que hagamos en el ordenador. Pero como todo en la vida sólo se echa en falta cuando lo has perdido.
Hoy Freddd no me podrá leer desde su casa, y por ello me envidiará seguro, lo que no sabe es que ahora mismo le envidio yo por no tener en mis manos esa PSP.
Todos queremos lo que no tenemos. Si algún día me falta internet dejaré de escuchar música, de hacer fotos, de aprender cosas, de expresar cosas, de divertirme, de hacer buenas compras...
Etiquetas: Internet
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