Vamos a morir¡¡
publicado por Fry
Tenemos los días contados y el final puede estar más cerca de lo que pensamos. A lo largo de nuestra vida todos hemos vivido unos cuantos fines del mundo, algunos más psicodélicos que otros. Cada ciertos años solía correrse la voz de que en tal día se acababa el mundo porque no sé quien lo había vaticinado 500 años antes o no se sabe que otra secta se había inventado un día para que los pobres incautos picaran en sus redes. Al margen de elucubraciones es cierto que nuestra vida, la de nuestra especia, al menos en la tierra, tiene los días contados.
Me he dedicado a recopilar algunas de las teorías que sustentan el final de la vida terrestre. Algunas están muy probadas y otras son cuentos chinos. Empecemos:
Teorías vaticinadoras: son la mayoría y ninguna de ellas tiene el más mínimo sentido. Las tenemos para todos los gustos, las de numerología, que empiezan a encontrar coincidencias entre diferentes cifras para explicar lo inexplicaba. Os aseguro que de cualquier conjunto de cifras puedo extraer miles de coincidencias que justifique cualquier fin del mundo. Algún día haremos la prueba con cualquier noticia. Por otro lado están las religiosas, como el día del Juicio Final, en el que se supone que vendrán unos jinetes negros (creo que me confundo con el Señor de los Anillos) y pondrán todo patas arriba. O nacerá el anticristo, al que no dejan de asociarlo a personajes históricos.
Teorías de autodestrucción: según los ultraecologistas caminamos hacia nuestra propia autodestrucción y llegará un momento en que agotemos todas las reservas de energia, hayamos contaminado tanto el planeta y hayamos producido tal cambio climático que las condiciones no harán posible que siga existiendo vida humana sobre la tierra. Personalmente no estoy nada de acuerdo, la vida se abre paso y cuando le veamos las orejas al lobo si hace falta andamos con escafandra por el monte. Os parecerá una locura, pero que le pregunten a cualquier persona de hace 200 años si ponerse un plástico para hacer el amor es una solución viable. Otros afirman que una guerra nuclear acabaría con nosotros. Una vez oí una frase que me encantó y que siempre he recordado. Si llega a haber una tercera guerra mundial, la cuarta será con piedras.
Volcanes: ayer mismo tuve ocasión de ver el final de un documental sobre el volcán del parque Yellowstone, un volcán de 70 kms de diámetro. Eso es en gran parte lo que me ha motivado a escribir sobre esto. Comentaban que la magnitud de su erupción era suficiente para acabar con la vida humana sobre la tierra y que funcionaba como un reloj, cada 600 mil años tenía una potentísima excitación. Añadían después que la última se produjo hace 620.000 años, así que está al caer, de hecho llevamos 20.000 años de regalo y eso me hizo recorrer un cierto sudor frío. Pero te paras a pensar en lo absurdo de nuestra existencia. Un mínimo error de cálculo nos desplaza la erupción en 5 o 10 mil años. ¿qué son esas cantidades para nuestra ínfima existencia? Toda nuestra historia conocida, a la que damos tanta importancia y nos parece tan larga es un mínimo pellizco de la historia terrestre. Que absurdo, no somos nada. Sería realmente mala suerte que cayera en mis 80 años (si va bien la cosa) de vida.
La realidad es que existen muchos volcanes activos y potencialmente letales para toda la civilización, y quizás no sabemos cuando, pero es matemáticamente cierto que más tarde o más temprano alguno entrará en erupción provocando una cascada de reacciones que ni un bunker yanki nos puede salvar.
Meteoritos: Por no hablar de los meteoritos. Nuestra historia está llena de ellos como el que eliminó a los dinosaurios (y prácticamente a toda la vida) hace 65 millones de años. Nuestro planeta está literalmente acribillado a bombazos extraterrestres como un queso gruyere, algunos ya desaparecidos por el tiempo, otros que formaron accidentes geográficos y otros que están todavía por venir. Esperemos que no sea demasiado pronto porque intuyo que aún no tenemos la capacidad de mandar una nave a lo Armagedon. Impresentable película por otra parte.
Glaciaciones y otras catástrofes: Nos encontramos en un periodo interglaciar, entre glaciaciones. La última se produjo hace apenas unos pocos miles de años. Se habla del calentamiento de la tierra como causa probable de nuestra muerte, pero no hay que desestimar el efecto contrario, una fuerte glaciación que congelaría todo el hemisferio norte y nosotros estamos ahí¡¡. Se acabó el chollo del turismo patrio en busca del calor y la playa. Son innumerables las catástrofes que pueden ocurrir y generalmente unas vendrían como resultado de las otras. Un fortísimo terremoto provocaría maremotos de dimensiones desconocidas. Un volcán podría cubrir durante meses la atmósfera de ceniza, evitando la llegada de la luz a la tierra, su enfriamiento y muerte.
La muerte del sol: es la más segura y la más inexorable. Nuestra estrella se encuentra en la mitad de su vida, unos 4600 millones de años. Al final comenzará a consumir helio y a crecer de tamaño hasta acabar engullendo a la tierra literalmente. Mucho antes de que el sol llegue a rozarnos la temperatura se habrá elevado hasta el punto de fundición, pero muchos cientos de millones antes será absolutamente imposible que ninguna forma de vida actual pueda permanecer en la tierra. Después de habernos dado la vida y quitárnosla después se colapsará sobre sí mismo formando una enana blanca hasta que acabe enfriandose del todo lo que le llevará otro muchos miles de millones de años. Pero nosotros ya no estaremos aquí para verlo. El sol morirá matando.
Aprovechemos mientras tanto que no sabemos lo que nos queda.
Me he dedicado a recopilar algunas de las teorías que sustentan el final de la vida terrestre. Algunas están muy probadas y otras son cuentos chinos. Empecemos:
Teorías vaticinadoras: son la mayoría y ninguna de ellas tiene el más mínimo sentido. Las tenemos para todos los gustos, las de numerología, que empiezan a encontrar coincidencias entre diferentes cifras para explicar lo inexplicaba. Os aseguro que de cualquier conjunto de cifras puedo extraer miles de coincidencias que justifique cualquier fin del mundo. Algún día haremos la prueba con cualquier noticia. Por otro lado están las religiosas, como el día del Juicio Final, en el que se supone que vendrán unos jinetes negros (creo que me confundo con el Señor de los Anillos) y pondrán todo patas arriba. O nacerá el anticristo, al que no dejan de asociarlo a personajes históricos.
Teorías de autodestrucción: según los ultraecologistas caminamos hacia nuestra propia autodestrucción y llegará un momento en que agotemos todas las reservas de energia, hayamos contaminado tanto el planeta y hayamos producido tal cambio climático que las condiciones no harán posible que siga existiendo vida humana sobre la tierra. Personalmente no estoy nada de acuerdo, la vida se abre paso y cuando le veamos las orejas al lobo si hace falta andamos con escafandra por el monte. Os parecerá una locura, pero que le pregunten a cualquier persona de hace 200 años si ponerse un plástico para hacer el amor es una solución viable. Otros afirman que una guerra nuclear acabaría con nosotros. Una vez oí una frase que me encantó y que siempre he recordado. Si llega a haber una tercera guerra mundial, la cuarta será con piedras.
Volcanes: ayer mismo tuve ocasión de ver el final de un documental sobre el volcán del parque Yellowstone, un volcán de 70 kms de diámetro. Eso es en gran parte lo que me ha motivado a escribir sobre esto. Comentaban que la magnitud de su erupción era suficiente para acabar con la vida humana sobre la tierra y que funcionaba como un reloj, cada 600 mil años tenía una potentísima excitación. Añadían después que la última se produjo hace 620.000 años, así que está al caer, de hecho llevamos 20.000 años de regalo y eso me hizo recorrer un cierto sudor frío. Pero te paras a pensar en lo absurdo de nuestra existencia. Un mínimo error de cálculo nos desplaza la erupción en 5 o 10 mil años. ¿qué son esas cantidades para nuestra ínfima existencia? Toda nuestra historia conocida, a la que damos tanta importancia y nos parece tan larga es un mínimo pellizco de la historia terrestre. Que absurdo, no somos nada. Sería realmente mala suerte que cayera en mis 80 años (si va bien la cosa) de vida.
La realidad es que existen muchos volcanes activos y potencialmente letales para toda la civilización, y quizás no sabemos cuando, pero es matemáticamente cierto que más tarde o más temprano alguno entrará en erupción provocando una cascada de reacciones que ni un bunker yanki nos puede salvar.
Meteoritos: Por no hablar de los meteoritos. Nuestra historia está llena de ellos como el que eliminó a los dinosaurios (y prácticamente a toda la vida) hace 65 millones de años. Nuestro planeta está literalmente acribillado a bombazos extraterrestres como un queso gruyere, algunos ya desaparecidos por el tiempo, otros que formaron accidentes geográficos y otros que están todavía por venir. Esperemos que no sea demasiado pronto porque intuyo que aún no tenemos la capacidad de mandar una nave a lo Armagedon. Impresentable película por otra parte.
Glaciaciones y otras catástrofes: Nos encontramos en un periodo interglaciar, entre glaciaciones. La última se produjo hace apenas unos pocos miles de años. Se habla del calentamiento de la tierra como causa probable de nuestra muerte, pero no hay que desestimar el efecto contrario, una fuerte glaciación que congelaría todo el hemisferio norte y nosotros estamos ahí¡¡. Se acabó el chollo del turismo patrio en busca del calor y la playa. Son innumerables las catástrofes que pueden ocurrir y generalmente unas vendrían como resultado de las otras. Un fortísimo terremoto provocaría maremotos de dimensiones desconocidas. Un volcán podría cubrir durante meses la atmósfera de ceniza, evitando la llegada de la luz a la tierra, su enfriamiento y muerte.
La muerte del sol: es la más segura y la más inexorable. Nuestra estrella se encuentra en la mitad de su vida, unos 4600 millones de años. Al final comenzará a consumir helio y a crecer de tamaño hasta acabar engullendo a la tierra literalmente. Mucho antes de que el sol llegue a rozarnos la temperatura se habrá elevado hasta el punto de fundición, pero muchos cientos de millones antes será absolutamente imposible que ninguna forma de vida actual pueda permanecer en la tierra. Después de habernos dado la vida y quitárnosla después se colapsará sobre sí mismo formando una enana blanca hasta que acabe enfriandose del todo lo que le llevará otro muchos miles de millones de años. Pero nosotros ya no estaremos aquí para verlo. El sol morirá matando.
Aprovechemos mientras tanto que no sabemos lo que nos queda.
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