09 marzo 2006

Glu glu glu
   publicado por freddd

En su día ya se habló en este post de las bondades del botellón, ese extinto placer que hacía reunirse los fines de semana a cientos de jóvenes hambrientos de juerga, hordas de universitarios ávidos de alcohol, de socialización y de diversión. Y hoy vuelve a la actualidad este tema desde que hace unos días unas 5000 personas fueron convocadas a un macro botellón en Sevilla. La convocatoria se realizó a través de móvil y de correo electrónico y fue un autentico éxito. Tanto que muchas otras ciudades han querido imitarlas y se están preparando para una especie de puja a ver quién consigue más participantes. Las ciudades que están moviéndose (al menos las que tengo constancia) son Granada, Albacete, Salamanca y Madrid donde se preparan sendos botellones para el día 17 de marzo. Eso sí, en Madrid las autoridades ya han anunciado que impedirán el botellón, que por cierto se ha convocado en 2 lugares diferentes, el faro de moncloa y la plaza del 2 de Mayo, así que se esperan enfrentamientos y altercados en las calles. Aún con todo espero que las concentraciones sean un éxito y sea esta una práctica habitual de ahora en adelante, sino todos los fines de semana, si al menos algo esporádico que nos permita saciar el gusanillo de beber en la calle con otros anónimos individuos. Siempre he sido y seguiré siendo un defensor del botellón, reconociendo claramente sus inconvenientes, que deberían ser subsanados, sobre todo el tema de los ruidos vecinales, para lo que seria suficiente que el lugar elegido fuera un parque, donde no se molesta a vecinos o una plaza que no este rodeada de viviendas sino de bares (vease la plaza mayor de Cáceres). Este tema y el de la limpieza son los 2 inconvenientes de esta saludable práctica al aire libre. Por ello creo que es absurdo erradicar un punto de reunión juvenil establecido en este país a lo largo del tiempo y de la costumbre, erradicado por parte de gobernantes que nada tienen que ver con ello y que desconocen por completo el significado de tal acto. Y vuelvo a comentar, que no es el hecho del ahorro económico que supone el beber alcohol en la calle y que tampoco es el acto de beber por beber sino la socialización que todo esto conlleva. He conocido un caso de un grupo que hacían botellón de batidos de chocolate (supongo que debidamente camuflados para que no se mofaran de ellos) en las noches de botellón para poder estar en el “ajo”. Así que no me vengan con historias. Apoyo firmemente esta convocatoria e intentaré aportar mi granito de arena en Madrid.