Respecto al tema navarro que abordamos estos días poco hay que decir que no hayan dicho ya mis compañeros, en Navarra, como siempre mucho ruido y pocas nueces. Y digo ruido porque hay que reconocer que aunque sean pocos si se dejan notar, de hecho he tenido que maldecir en más de una ocasión tratando de cambiar la opinión de amigos que han visitado nuestra bella comunidad y que han sentido malestar o incomodidad por ser de otras zonas de España, y me he retorcido por dentro cuando la impresión que de nuestra tierra se han llevado ha sido la de una zona hostil. También he de decir que esto solo ha sido en algunos pueblos del norte de Navarra o en alguna zona concreta de la capital, ya que en el resto de nuestra comunidad, donde la representación de partidos políticos independentistas es nula,
reina el buen ambiente y la concordia. Pero la realidad y a esto iba con lo del ruido y las nueces es que lo que cuenta son los votos, lo que marca el pulso de una sociedad son las urnas y ahí no hay más que una verdad, Navarra es y se siente española, y esto además de confirmarlo una mayoría amplísima de la sociedad lo constata una historia sin fisuras que cuenta con muchos siglos, a lo largo de los cuales se ha demostrado nobleza y valentía. Cuando el rey Sancho el fuerte rompió las cadenas que defendían la tienda del Rey Moro Miramamolín comenzó el inicio de la gesta que llevaba años forjandose, el viejo reino tomó sus cadenas. Todo ello, claro esta, sin menospreciar por supuesto otros pueblos que reclaman su sitio, basándose en lenguas que han sobrevivido a causa de la “casualidad histórica” y cuyas hazañas apenas se remonta unos pocos siglos atrás cuando apenas eran unos cuantos pastores montañeses. Pero no seré yo quien meta su hocic
o con las aspiraciones secesionistas vecinales siempre que esas aspiraciones no me afecten y ahí es donde vuelvo a estar de acuerdo con mi compañero Fry en que este puede ser uno de los grandes fallos del nacionalismo vasco, el tocar una comunidad compacta como la Navarra. Y la nuestra, amigos es una comunidad que no se levanta hasta que no tiene necesidad, no despierta hasta que ve las orejas al lobo, pero tened por seguro que esta al acecho, aguarda su momento y si tiene que salir a defender lo suyo lo hará sin que le tiemblen las piernas, sin que el pulso se le acelere, y lo hará con convencimiento, hasta que el ultimo aliento o la última piedra se agoten.
Llevo tiempo dándole vueltas al tema y creo que gran parte de los problemas que tiene actualmente este país y por extensión esta comunidad se solucionarían si existiera una masa importante de patriotas de izquierdas, entendiendo por patriota a aquella persona que se preocupa por los intereses de la colectividad a la que pertenece, y que entienda claro esta, que su colectividad es España. Y este era el hueco que en teoría debía ocupar el PSOE, y que ocupó en los primeros años de la transición aunque ahora parece que todo era una mascara, la E del PSOE no se donde acabará, pero a manos de ZP no albergo esperanza alguna.
Navarra resiste
Etiquetas: Política
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