14 junio 2006

Rasurado
   publicado por TioP

No empecéis a ser mentes calenturientas... sobre todo vosotros! Si es que siempre estáis pensando en lo mismo. El tema va un poco encaminado hacia ahí, pero conceptualmente en términos más amplios.

Todo esto surge porque el otro día leí un relato gracioso, a modo de chiste, pero que no creo distara mucho de la realidad, y que incluso apostaría a que a alguno de vosotros ya le ha sucedido, o bien le podría suceder si lo intentase (aquí me incluyo yo). Hablemos del rasurado, o mejor dicho, de la depilación. En el relato comenzaban con la tesis inicial de raparse las “zonas bajas”, pero podéis comenzar por donde queráis. Pongamos por ejemplo que queremos acabar con ese pelo que por ahí (zonas eróticas) se acumula. Te haces con la máquina, cera, crema... lo que sea, y empiezas a dar rienda suelta al corte. Fijo que tontéas, que empiezas a hacer dibujos con los cortes, formas graciosas, en plan bigotes de cantinflas, o cualquier cosa que se os ocurra. Luego recordáis lo que dicen, que parece más grande, entonces acabas con todo!!! Fijo que hasta la medís, la observáis en el espejo... y porqué no, veis que todo es más suave, como un culo de un bebé.

Pero aquí no está el problema. El verdadero problema reside en que ¿para qué dejar esos pelillos que suben hasta el ombligo? Los quitamos. ¿y los que enlazaban hacia abajo con la parte trasera (culo para entendernos)? Intentamos deshacernos de ellos, pero eso es más complicado, el ángulo de visión y los entresijos o cavidades, lo dificultan, pero algo se apaña. ¿Y el pecho, lo vamos a dejar así? Ya que no tenemos pelo ni en la zona x ni en el enlace “ombliguil”, el pecho no pinta nada con esos cuatro (o mil) pelos. Ras! Fuera! Lo malo llega cuando te vuelves a ver en el espejo y te fijas que estás “monísimo”, pero piernas y brazos, llenas de pelos, sus más y sus menos, pero sus pelos!. ¿Los quitamos? Bueno, de las piernas tenemos claro que algo hay que quitar, al menos lo que unía ligeramente con el culo... pero ¿y desde la ingle a la rodilla, lo vamos a dejar así? Fuera también! Y así todas las piernas. El argumento se repite con los brazos.

Resultado final, un culo de bebé andante. Ni un pelo, quizá por la parte de atrás quede algún rezagado, pero ahora podemos decir que si llueve no nos mojamos, resbalamos. Y ahora es cuando piensas en qué darte. Haces analogía de que cuando te afeitas te das cremita... pues nos damos algo que pillamos por ahí. Qué pasa! Todo pica, todo toma color rosáceo tirando a rojo. Parezco un cangrejo con picores, o un mono escocido, no sé, pero subnormal un rato sí!

Pues con esto, quien tenga pensado depilarse, que sepa que lo de la crema se lo podrá ahorrar, pero el resto, le será muy difícil que solo quiera depilarse el pecho, porque al final, la maquinilla tiene el control.