07 junio 2006

Ladrones de cobre
   publicado por freddd

— Tu eres satánico ¿verdad?

— Si señor. Y de Carabanchel.


Por fin, ya podemos respirar tranquilos, ya ha pasado el 6 del 6 del 6, el número del diablo, el nacimiento del anticristo según muchos. Como podréis suponer estoy de coña completamente ya que no creo en absoluto en estas tonterías ni soy para nada supersticioso. De hecho en el día de ayer había muchos otros números además de los 6 comentados, ya que era el año 2006 y no el año 6, por ejemplo, además el calendario más extendido en el mundo empezó a contar a partir del nacimiento de cristo, es decir que se tomó una fecha al azar para empezar (alguna tenía que haber) y fue el nacimiento de este individuo como podía haber sido cualquier otro como ocurre en china o simplemente haberse tomado como punto inicial cualquier importante cambio climático que hubiera supuesto para la tierra un punto de inicio más determinante. Sea como sea el dichoso día ya ha pasado aunque según las estrategias matemáticas de los adoradores de Satán probablemente no haya que esperar más de 1 o 2 años para que se vuelvan a cruzar los planetas, confluyan el sol y la luna y se vuelva a dar otro momento perfecto para el nacimiento de otro anticristo, habrá que esperar.

Lo que si esta claro es que la maldad últimamente se abre paso aunque sea con tanto caché como el propio Lucifer. La última invención del ser humano para conseguir unos ahorrillos a costa de lo ajeno es el robo de cables de cobre que contienen las farolas. La historia consiste en que por lo visto el cable de cobre ha subido mucho en los últimos años y estos últimos días se vende a algo más de 6 € el kg, para los que no tenemos ni idea del precio del cobre antes nos parece un precio normal y corriente pero según lo que he podido leer de los expertos el precio es muy elevado. Pues bien, dentro de una farola hay una infinidad de cables que contienen el preciado elemento, los cacos se dirigen al pie de la propia farola ataviados con monos de trabajo (de estos azules que se consiguen en cualquier parte) y con la excusa de labores de mantenimiento arramplan con kilos y kilos de cables que luego venden a los talleres dedicados al cobre.

No se puede decir que sean ladrones de guante blanco y sus robos no tienen demasiado glamour pero la realidad es que a muchos municipios y barrios ya les han hecho la pascua porque los vecinos aguantan durante semanas la oscuridad de sus barrios, lo que si crea una alarmante inseguridad.

Satán, nos vemos en mil años,