06 agosto 2006

Bilogía del mal cine (y II)
   publicado por freddd

Siguiendo con los engendros del cine moderno hoy damos el salto y nos vamos a los Estados Unidos, la Meca del cine, que por cierto, lleva ya muchos años surtiendo de la más variada bazofia al mundo del celuloide. Hace ya mucho tiempo que es complicado ver una buena película que llegue desde ese país, aunque en realidad si que las hay pero no llegan a los cines, hay que buscarlas entre el plantel de directores de segunda fila, que es donde se puede encontrar algún producto interesante, el resto, siempre lo mismo. Desde las estúpidas comedias para jóvenes americanos que se pusieron de moda con "american pie" hasta las comedias románticas protagonizadas en su mayoría por el odioso Hugh Grant, pasando por todos los géneros con importantes dosis de remakes fallidos de películas que ya estaban bien hechas años atrás o nuevas conversiones de superheroes de comics, todo todo, una absoluta escoria, apenas algun titulo salvable cada año.
Y entre toda esta inmundicia una cinta brilla con majestuosidad por su nefasto guión, por sus penosas bromas carentes de cualquier sentido del humor, sus diálogos, sus personajes, escenarios... este producto tan aborrecible es sólo comparable en cuanto a calidad a nuestra joya nacional "isi y disy" de la que ya hable el otro día y que además tendrá su secuela. Hablo, como no podía ser de otra manera de "Little Nicky", bodrio protagonizado por Adam Sandler que desde que hizo esta se convirtió en sinónimo de mal cine y es que una película de estas características mata cualquier trayectoria, no se puede salvar ni con la presencia en "el padrino". Aún así choca la presencia del siempre decente Harvey Keitel. Pero como iba diciendo esta repelente historia trata de los hijos de Lucifer que deciden ir a Nueva York adoptando la forma de un humano. A partir de ahí comienza el desfile de mal gusto, humor barrio bajero y gags previsibles aptos para mentes mal formadas. El momento álgido de la película llega cuando un perro sentado en un sofá fuma un porro mientras hace comentarios absurdos y acaba colocándose, increible pero cierto. Es detestable hasta hablar de ella. puajjjjjjjj.

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