El navegador Opera
publicado por Fry
(Otra vez que no van las fotos. Nota mental: emigrar de Blogger desesperadamente)
En diferentes ocasiones he manifestado en este blog mi pasión por Firefox, del que sigo conservando una correcta opinión, pero hoy voy a hablar de otro magnífico navegador de páginas web: Opera.
Firefox es un navegador excelente y el único que hoy en día puede intentar competir con el tiburón de Microsoft. Internet Explorer es simplemente nefasto y es importante apoyar cualquier iniciativa que puede plantar cara a éste, sobretodo para que siga los estándares en su próxima versión y no nos vuelva locos a todos. En este sentido Firefox ha hecho una gran labor, y sus múltiples extensiones lo convierte en mucho más que un simple navegador. Pese a todo esto tiene un gran handicap y es el tema del rendimiento. Simplemente devora la memoria y hace que sea especialmente lento. Con unas cuantas pestañas abiertas y unas cuantas extensiones instaladas se hace exageradamente pesado. Han manifestado que una de las principales cosas que van a corregir en la versión 2.0 es la velocidad de ejecución y la gestión de la memoria.
Mientras tanto conviene explorar otras opciones. Había utilizado Opera en versiones anteriores, pero ninguna me había dejado tan satisfecho como la última, la 9.0. Desde hace un mes es mi navegador predeterminado y lo utilizo el 90% de las ocasiones, dejando Firefox para cosas muy concretas. ¿Las razones? Es fácil de manejar, extraordinariamente rápido, tiene un diseño muy limpio y eficaz, vienen instaladas de serie muchas de las funcionalidades que se consideran "extensiones imprescindibles" en Firefox. Ha hecho que no eche de menos casi nada.
El entorno es muy configurable, pudiendo poner enlaces y botones en cualquier parte. Tiene lector de RSS integrado, además de disponer de un cliente de BitTorrent. El gestor de descargas es sencillo y eficaz. Dispone de bloqueador de contenido, gestos del ratón y tonterías como la posibilidad de manejar el navegador con la voz. La verdad es que su uso es tan sencillo e intuito, aunque potente, que hace que olvides las doscientas extensiones que poblaba Firefox.
En la parte negativa echo en falta sólo un par de cosas. Para empezar su uso no es tan extendido como otros navegadores y para las compañias no es prioritario que las cosas funcionen en Opera. Aunque sigue absolutamente todos los estándares (de hecho es casi el único navegador que supera el Acid Test) hay aplicaciones muy exclusivan que requieren una programación dedicada para cada navegador. Por poner un ejemplo, Google Calendar aún no está soportado para Opera. La verdad es que los navegador son muy caprichosos con la implementación de Javascript. Por otro lado también echo en falta alguna utilidad para diseñadores web, algún buen depurador de código, visor de CSS, etc.
Por último la personalización no es tan buena como en Firefox. Opera tiene casi todo, pero no es demasiado ampliable. Existen widgets que permiten hacer algunas cosas, pero no se integran del todo en el navegador. Permanecen como miniaplicaciones flotando sobre la pantalla, y si bien pueden ser útiles son aplicaciones independientes no integradas. En la parte positiva se pueden descargar paneles con toda clase de información que obtiene de la web, como listados de películas, ayuda de funciones de programación y toda clase de lindezas.
Realmente es un navegador que hay que tener en cuenta y no cuesta nada probarlo.
Web de Opera
En diferentes ocasiones he manifestado en este blog mi pasión por Firefox, del que sigo conservando una correcta opinión, pero hoy voy a hablar de otro magnífico navegador de páginas web: Opera.
Firefox es un navegador excelente y el único que hoy en día puede intentar competir con el tiburón de Microsoft. Internet Explorer es simplemente nefasto y es importante apoyar cualquier iniciativa que puede plantar cara a éste, sobretodo para que siga los estándares en su próxima versión y no nos vuelva locos a todos. En este sentido Firefox ha hecho una gran labor, y sus múltiples extensiones lo convierte en mucho más que un simple navegador. Pese a todo esto tiene un gran handicap y es el tema del rendimiento. Simplemente devora la memoria y hace que sea especialmente lento. Con unas cuantas pestañas abiertas y unas cuantas extensiones instaladas se hace exageradamente pesado. Han manifestado que una de las principales cosas que van a corregir en la versión 2.0 es la velocidad de ejecución y la gestión de la memoria.
Mientras tanto conviene explorar otras opciones. Había utilizado Opera en versiones anteriores, pero ninguna me había dejado tan satisfecho como la última, la 9.0. Desde hace un mes es mi navegador predeterminado y lo utilizo el 90% de las ocasiones, dejando Firefox para cosas muy concretas. ¿Las razones? Es fácil de manejar, extraordinariamente rápido, tiene un diseño muy limpio y eficaz, vienen instaladas de serie muchas de las funcionalidades que se consideran "extensiones imprescindibles" en Firefox. Ha hecho que no eche de menos casi nada.
El entorno es muy configurable, pudiendo poner enlaces y botones en cualquier parte. Tiene lector de RSS integrado, además de disponer de un cliente de BitTorrent. El gestor de descargas es sencillo y eficaz. Dispone de bloqueador de contenido, gestos del ratón y tonterías como la posibilidad de manejar el navegador con la voz. La verdad es que su uso es tan sencillo e intuito, aunque potente, que hace que olvides las doscientas extensiones que poblaba Firefox.
En la parte negativa echo en falta sólo un par de cosas. Para empezar su uso no es tan extendido como otros navegadores y para las compañias no es prioritario que las cosas funcionen en Opera. Aunque sigue absolutamente todos los estándares (de hecho es casi el único navegador que supera el Acid Test) hay aplicaciones muy exclusivan que requieren una programación dedicada para cada navegador. Por poner un ejemplo, Google Calendar aún no está soportado para Opera. La verdad es que los navegador son muy caprichosos con la implementación de Javascript. Por otro lado también echo en falta alguna utilidad para diseñadores web, algún buen depurador de código, visor de CSS, etc.
Por último la personalización no es tan buena como en Firefox. Opera tiene casi todo, pero no es demasiado ampliable. Existen widgets que permiten hacer algunas cosas, pero no se integran del todo en el navegador. Permanecen como miniaplicaciones flotando sobre la pantalla, y si bien pueden ser útiles son aplicaciones independientes no integradas. En la parte positiva se pueden descargar paneles con toda clase de información que obtiene de la web, como listados de películas, ayuda de funciones de programación y toda clase de lindezas.
Realmente es un navegador que hay que tener en cuenta y no cuesta nada probarlo.
Web de Opera
Etiquetas: Internet
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