Risto al cuadrado publicado por Fry

Ya hablé en su día de Risto Mejide y, a estas alturas, no hace falta decir quién es. Admito que cuando me referí a él en ese momento, con apenas unas pocas galas de Operación Triunfo, se había convertido en mi ídolo. Ahora mismo se ha convertido en un fenómeno de masas y eso ha hecho que, de alguna manera, no me guste tanto.

Eso mismo ocurre con la mayoría de las cosas. Recuerdo como aluciné cuando "Amo a Laura" era una cosa sólo de internet o, por poner otro ejemplo, lo divertida que resultaba la canción del corral. Cuando se convirtió en un fenómeno de masas y traspasó los límites de la red dejó de ser algo tuyo, una especie de descubrimiento que sólo tú conoces y puedes transmitir.

Sin embargo sobre Risto sólo se pueden decir cosas buenas. Ha sido capaz de demostrar lo valioso que es en su trabajo, lo buenísimo publicista que es, ya que ha construido el mejor producto del que es capaz Operación Triunfo. Ha conseguido que nadie hable del programa, sino de él. Ha conseguido que todo gire en torno a su figura, desde los comentarios del jurado, de los profesores, los concursantes, el público y los medios de comunicación en general. Ha conseguido convertirse en la única razón por la que sigues un programa que ya no tiene el más mínimo interés. Se ha conseguido vender de una manera tan perfecta que será un modelo a estudiar a partir de este momento.

Lo mejor de todo es que la gente que ha estado en su contra le ha seguido el juego sin saberlo. Pensando que le atacaban lo único que hacían era permitirle desarrollar la estrategia que se había labrado previamente. Risto sube los picos de audiencia, es una figura cotizada en este momento y, por de pronto, ha conseguido empezar a trabajar como colaborador con Luis del Olmo por una sustanciosa cantidad de dinero.

¿Quieres vender algo? Llama a Risto. Ha probado un nuevo modelo de publicidad y ha funcionado. No sólo se ha vendido a sí mismo, ha vendido OT.