
Sinónimo de castigo, pero nunca de reinserción. No se puede engañar a una sociedad diciendo que el objetivo último es la reinserción, en contraposición al objetivo primero de condena. Me duele oír posturas en las que se defienda a capa y espada el objetivo de corrección de la conducta del reo, cuando no es cierto. El que mata, viola, roba, trafica… deliberadamente, sabe para qué lo hace, cómo lo hace, y lo que conlleva, y por tanto, la reeducación no sirve, solo le vale el castigo, castigo que conoce y que si le aplican, tendrá que acatar, pero de ahí a que necesite ser reeducado, no acepto. En analogía al tráfico, es como decir que el que supera conscientemente, y recalco, conscientemente, los límites de velocidad, necesita ser reeducado. No. Lo que necesita es sanción, y más sanción, o “susto”, pero no campañas de tráfico crueles o cruentas, porque sensibilizan “segundos”, y eso no sirve. Yo puedo correr más o menos, pero un panel luminoso, no me “reeduca”.

Por eso la cárcel está para castigar, no para reeducar. Y es que el problema se agrava cuando se conoce que el castigo se reduce si “engañas”, es decir, si te comportas como quieren que te comportes. Haciendo de nuevo una analogía, es como los cuestionarios psicológicos cuando te preguntan si te drogas, o si eres violento, ¿qué contestas? ¿que sí? Porque si así lo haces, lo único que demuestras es que eres subnormal. Claro ejemplo también el “test” de entrada en EE.UU, con la típica pregunta de si “pretende atentar contra el presidente o el país”, por favor….
Retomando la idea anterior, los castigados conocen que si se comportan “bien”, les rebajan la pena, y lo triste es que se la rebajan de los años máximos de condena a cumplir, es decir, de los 30 te descuentan x, da igual que estés juzgado a 100 que a 3000. Los únicos que no se pueden acoger a esto, y no hace mucho, son los terroristas… pero acaso un violador, un asesino “normal”, un pederasta… ¿son menos peligrosos? Ayer mismo A3 nos ofrecía un debate sobre violadores, y mostraba como auténticos abusadores, al salir reincidían, y ahora iban a volver a salir, tras 15 años (de a los ciento y pico condenados). Reinsertados. Sí, pero para reincidir, o al menos la estadística marca el 20% de los casos. ¿Bajo porcentaje? Me niego a que digáis que sí, porque si no, os abriría otro debate sobre la pena de muerte, pues el “error” está por debajo del 1%, ¿admisible éste?
Soy partidario de que las penas tendrían que ser ejemplares, irreductibles y severas para ciertos delitos, para que a la hora de saber lo que se hace, saber que todo el peso de la ley (y no como se dice hoy día tan a la ligera), cairá sobre el infractor. Y si no, que se lo digan a la justicia iraní, irakí, coreana… Quien roba, se lo piensa. Aquí, quien roba, piensa como recurrirlo.
Delinquir, hoy día, es barato. Pero aun así, no delincáis, por favor.
Etiquetas: Muerte, Protestas, Reflexiones
Yo he tenido un gato y una perra y sinceramente prefiero mi perra, allá van mis razones:
Mi gato hacía todas esas cosas uqe tu has dicho que hacen los gatos, sin embargo mi perra era dulce y pachona.
Sí, mi gato era cariñoso, venía y se me tumbaba en las piernas y ronroneaba pero solo cundo a él le apetecía y mi perra siempre estaba dispuesta a que le dieras unos mimitos de más.
Mi perra era inteligente y elegante, tenía una larga melena pelirroja y andaba dando pequeños saltitos; mi gato era rubio tenía los ojos azules pero como siempre estaba comiendo se volvió gordo.
Quizá será porque a mi perra la he tenido más tiempo y me ha dado más tiempo a quererla pero sin duda me parece el mejor animal de compañía que puedes tener (además los gatos no son leales :P)
Pero bueno, vendrá otro y dirá que es lo contrario eso es según cada animal y cada dueño, en mi caso es así (y sí tengo idea :P)